Sucesos 12 septiembre, 2012 - 1:00 AM
TEGUCIGALPA.- Tres hermanos fueron sacados de su casa a la fuerza para luego ser ejecutados en la colonia El Carrizal de Comayagüela.
Las víctimas son Erick Alejandro Torres Rodríguez, Allan Fabricio Torres Rodríguez y Hugo Alexander Martínez Rodríguez.
La noche del lunes anterior hombres armados llegaron hasta la colonia Las Torres de donde fueron raptados.
Los tres fallecidos son Allan Fabricio Torres Rodríguez (16), Erick Alejandro Torres Rodríguez (17), ambos vendedores de pan y Hugo Alexander Martínez Rodríguez (31), quien llegó a la capital desde el municipio de San Antonio de Oriente para visitar al resto de su familia.
Los hermanos aparecieron muertos dos horas después en la parte trasera de la estación del Cuerpo de Bomberos ubicada en la colonia El Carrizal.
En este sector quedaron los cuerpos de los tres hermanos en una acera uno a la par de otro, boca abajo y con un disparo en la cabeza.
Ayer en la mañana los familiares se presentaron a la Morgue Judicial para retirar sus cuerpos. Los hermanos fueron sacados de su casa a las 9:30 de la noche cuando se encontraban tomando café.
Agentes policiales investigan si en este vehículo habrían sido raptados los tres hermanos.
La acongojada madre relató entre sollozos que ella el lunes anterior llegó a las 8:30 de la noche a su vivienda, después de una larga jornada de trabajo.
"En mi casa solo estaba mi nieta de ocho años y al rato llegó mi hijo mayor con el otro de 17 años, por lo que nos pusimos a tomar café y estuvimos platicando".
Al rato llegó el tercero de sus hijos y "los estuve aconsejando, entonces comenzó la balacera enfrente de mi casa, por lo que nos metimos al cuarto para escondernos". Casi toda la familia se escondió dentro de una pequeña habitación, unos encima de otros.
"Mi hijo el más pequeño me dijo, mami tírese al suelo, pero yo estaba tapando de las balas a mi nieta, porque las balas me estaban silbando".
"Cuando de repente ya los tenía adentro, pero yo no me fijé cuántos eran los que andaban adentro y solo pude ver a uno que me les dijo a mis hijos que se quitaran su ropa, para revisarlos", explicó la mujer un tanto nerviosa.
La señora hasta ahora no sabe por qué raptaron y asesinaron a sus tres hijos, pues "yo no sé a quién buscaban ellos, porque desde luego a ellos les dijeron que se quitaran la ropa es que no era a ellos que buscaban".
SE LO DEJA A DIOS
Amplió que mientras raptaban a sus hijos, ella por el mismo nerviosismo quedó viendo a uno de los asesinos y este inmediatamente le grito "no nos queden viendo, quítense la ropa".
En esos momentos el menor de los hermanos les dijo a los hombres: "Nosotros no somos las personas que buscan, compa", recordó la mujer con lágrimas en sus ojos.
Uno de los sujetos le dijo a otro de sus compinches que "los pelamos aquí vos" y el otro rápidamente contestó que "no, no los pelemos aquí, mejor llevémoslos y así fue como se los llevaron", relató.
Prosiguió que los hombres que mataron a sus hijos eran personas particulares, pues andaban vestidos normalmente de civil. El rapto de los tres hermanos duró al menos 20 minutos.
La señora después agregó que "esto se lo dejo a Dios y ellos me van a escuchar que se equivocaron de personas, se equivocaron de personas y eso es todo".
Los familiares en horas de la mañana de ayer se presentaron a la morgue, retiraron los tres cuerpos para darles cristiana sepultura a una comunidad de San Antonio de Oriente, de donde eran originarios. Por su parte las autoridades policiales ya comenzaron con la investigación del crimen.
En las instalaciones de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) ayer ya se había requisado un automóvil tipo camioneta en el cual supuestamente habrían sido raptados los tres jóvenes.
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