Tijuana.- De cuando menos ocho impactos de proyectil de arma de fuego fue ejecutado un individuo cuando se encontraba sentado al volante de un vehículo y se trata de un empleado de una tortillería pero que, aparentemente, se dedicaba al llamado "narcomenudeo".
Esta nueva víctima de la delincuencia organizada fue identificada como Alberto Martínez Fuentes, de 38 años de edad, cuyo cadáver fue descubierto a las 06:25 horas de ayer frente al número 3203 de la calle Veracruz, de la colonia Manuel Paredes, en la delegación San Antonio de los Buenos.
La Procuraduría General de Justicia comunicó que el cuerpo se encontraba en asiento del chofer de una vagoneta Toyota Tacoma color blanco, modelo reciente y placas de circulación del estado de California.
El parabrisas exhibía los orificios provocados por las balas y el cadáver de Martínez Fuentes presentaba los impactos en su gran mayoría en la cabeza y uno más en la mano izquierda, todos ellos efectuados a muy corta distancia.
En la escena del crimen se recogieron ocho casquillos percutidos de pistola escuadra calibre 38 Súper y cabe recordar que ese tipo de arma se ha utilizado en varias ejecuciones perpetradas en esa zona de la ciudad.
Como suele ocurrir, las autoridades municipales y estatales no aportaron ninguna información en torno a la mecánica de los hechos en que perdiera la vida, salvo que como ocurre en la inmensa mayoría de ese tipo de eventos escaparon los criminales.
En forma extraoficial se confió que el finado Alberto Martínez trabajaba en una tortillería, pero las investigaciones preliminares arrojaron que también se dedicaba a la venta de droga al menudeo, por lo que se estima que el móvil del crimen fue un "ajuste de cuentas entre narcomenudistas".
Posteriormente se apersonó el agente del Ministerio Público del Fuero Común para llevar a cabo la fe ministerial del cuerpo y ordenar el traslado del mismo para la necropsia de rigor a la morgue del Servicio Médico Forense.
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