miércoles, 7 de noviembre de 2012

Ejecutan a narco y su hermano universitario - La Voz de la Frontera - OEM

Por Manuel Cordero

Tijuana (OEM).- Identifican como hermanos los cuerpos descubiertos la madrugada del domingo y trascendió que uno de ellos estaba ajeno a las ilícitas actividades de su fraterno, quien hizo caso omiso al llamado de narcotraficantes que le exigían el pago de una droga.

Los ejecutados de forma despiadada son Aldo Alberto y Antonio Galeana Tostado, de 22 y 30 años, el primero a escasas tres semanas de recibirse como un excelente licenciado en Informática en la Universidad Autónoma de Baja California.

Las investigaciones preliminares realizadas por la Unidad Orgánica de Homicidios Dolosos establecieron que ambos fueron asesinados por integrantes del crimen organizado, que privaron de su libertad al menor para presionar a su consanguíneo.

El titular de dicha Unidad, Alejandro Jiménez Rafael, informó en torno al caso que el martes 30 de octubre pasado fue "levantado" Aldo Alberto por un comando de sujetos armados en la colonia 70-76 en la delegación Mesa de Otay.

Su progenitora fue testigo de lo sucedido y de inmediato se apersonó en la Agencia del Ministerio Público del Fuero Común para presentar la denuncia respectiva por lo ocurrido en agravio de su vástago, según manifestó la señora al rendir su declaración.

Pero como sabía que su restante hijo se dedicaba al narcotráfico, le comentó lo sucedido y éste le pidió que no hiciera nada, ya que se trataba de un "asunto muy grueso", pero que él lo solucionaría.

Para tal efecto se dedicó a juntar dinero con la venta de varios vehículos y se ausentó con la intención de entrevistarse con los integrantes del crimen organizado para pagarles, pero ya no retornó y ambos fueron encontrados la madrugada del domingo pasado.

Los dos fueron brutalmente golpeados, presumiblemente con un bat de aluminio, con éste les fragmentaron el cráneo y huesos del rostro, atados de pies y manos con cinta adhesiva.

Las pesquisas efectuadas arrojaron como móvil que Antonio Galeana ingresó un cargamento de algún tipo de enervante por la garita internacional Tijuana-San Ysidro y la resguardó en un inmueble de la vecina ciudad de Chula Vista, California.

Sin embargo, aparentemente la droga fue decomisada por las autoridades de Estados Unidos e hizo caso omiso cuando sus "jefes" lo requirieron para que les diera una explicación en torno a la pérdida, razón por la que raptaron a su hermano Aldo Alberto para presionarlo y exigirle el pago del cargamento, pero por alguna razón los dos fueron ajusticiados de forma sañuda por los hampones.

La madre aceptó que tenía conocimiento de la ilegal actividad de su hijo Antonio, ya que incluso reveló que hace ocho años purgó una sentencia en el vecino país al sorprenderlo con un vehículo cargado con enervantes.

Pero además en varias ocasiones llegó a entregarle entre 20 a 30 mil dólares por semana para que los guardara, pero el menor sólo se dedicaba al estudio y estaba por terminar su carrera como licenciado en Informática.

El cadáver de Aldo Alberto fue descubierto a las 01:35 horas del domingo a la altura del kilómetro 159.5 de la carretera libre Tijuana-Tecate.

El de Antonio a las 05:20 horas en las inmediaciones de la empresa denominada "Polimex", a muy corta distancia de donde se halló el primero, en la zona rural de la delegación La Presa.

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