domingo, 20 de enero de 2013

Ríos de México, a merced del crimen organizado - Pulso de San Luis

Los ríos navegables de México son poco vigilados, pese a tener uno de los sistemas fluviales más expuestos al tráfico de personas, armas, dinero y sustancias prohibidas en todo el mundo, como ocurre en las afluentes de los ríos Suchiate, Hondo y Usumacinta, que se extienden a territorio de Guatemala y en menor proporción a Belice.

En la frontera común con estos dos países, la Marina ha identificado desde 2009 al menos 343 puntos de cruce ilegal de ciudadanos centro y sudamericanos.

Con una escasa flotilla de lanchas patrulleras fluviales, la Armada realiza operaciones no bélicas y de guerra irregular en estos tres ríos para prevenir o, en su caso, enfrentar a la delincuencia organizada y a la guerrilla, pero lo hace con un nivel de importancia "bajo" y con escasa o nula información pública sobre sus operaciones fluviales, las características de las unidades de superficie utilizadas, su número y tipo de armamento.

Esto hace que sea difícil un seguimiento detallado del estado de fuerza con el que cuenta la Armada de México para llevar adelante sus operaciones de vigilancia en ríos, señala el informe especial Guerra fluvial irregular, presentado a finales de octubre de 2012 por el grupo de consultores españoles de Infodefensa, especializados en temas militares y tecnología bélica avanzada.

Para establecer la importancia y el valor que cada nación le da a sus sistemas fluviales y a la vigilancia destinada a ellos, se tomó en cuenta el número de unidades de patrullaje en ríos disponible por país, el valor militar de las fuerzas encargadas de la vigilancia, y la trascendencia de las fuerzas de vigilancia fluvial.

Así, la ponderación acordada para calificar la vigilancia en ríos se acordaron cuatro categorías: muy alta, alta, media, baja y muy baja. En la escala, la vigilancia de México es valorada como baja, pues no tiene unidades navales para vigilar los principales ríos navegables, ya que para ello se utilizan "unidades marítimas", se carece de información clara y completa sobre el tema y se desconocen los resultados de las operaciones que haya efectuado la Marina en los últimos años.

- Estudio inédito

El documento de Infodefensa analiza la situación de las Fuerzas Armadas de 23 países en el continente americano, cuya situación geográfica hace necesario contar con una estrategia de seguridad y con los recursos suficientes y adecuados para vigilar sus ríos en una era plagada de amenazas y riesgos a la soberanía nacional.

El informe de 196 páginas elaborado por los investigadores Francisco Javier Álvarez Laita y María Luis a Medina Arnaiz, es el primero de su tipo acerca de las Fuerzas Armadas y policiales de América encargadas de resguardar los fluviales costeros y marítimos a partir de las realidades nacionales y las capacidades operativas de cada gobierno.

Los investigadores señalan que son muchas las dificultades para obtener información precisa, como los "anuarios navales" en los que deben constar a detalle los datos sobre la forma en que están integradas las fuerzas de vigilancia fluvial de cada país, así como la cantidad y el tipo de embarcaciones empleadas, su armamento, sus capacidades operativas y su efectividad.

EL UNIVERSAL solicitó desde noviembre de 2012 a la Armada de México datos y una entrevista sobre la situación de la vigilancia fluvial, pero no obtuvo respuesta a las solicitudes.

- Lo que hay

En el caso de la Armada de México, la información sobre la vigilancia de sus embarcaciones menores en los ríos navegables del país es prácticamente nula.

En los seis informes de labores de la dependencia elaborados durante el sexenio del ex presidente Felipe Calderón, durante la administración del almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, no existen datos concretos sobre vigilancia fluvial por parte de la Marina.

Según información no oficial, hasta el 2011 la Armada tenía 184 buques: dos destructores, seis fragatas; dos patrullas misileras, 32 oceánicas, 22 costeras y 82 interceptoras; tres buques auxiliares, dos multipropósitos, uno de transporte, dos buques-tanque; 10 remolcadores, seis dragas, dos buques escuela y 12 buques de investigación.

Para la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y para organismos dedicados a analizar el poder militar en el mundo, México tiene 190 unidades de superficie: seis fragatas, dos destructores, dos corbetas misileras, 113 patrullas costeras, seis buques antiminas y cinco buques de asalto anfibio.

El reporte aborda el tema de la organización, las unidades de superficie y las bases de operaciones con que cuenta la Marina para la vigilancia en ríos. El texto dice que la dependencia tiene 36 lanchas Boston Whaler y Piranha 21, "de utilización fluvial, costera y desde los patrulleros oceánicos". Las lanchas llevan ametralladoras de 12.7 y 7.62 milímetros y un lanzagranadas de 40 milímetros. El montaje de los sistemas de tiro para estas embarcaciones se realiza en el Astillero Número 18 de la Armada de México.

En cuanto al número y tipo de botes de persecución o "chase boats" (para vigilancia en aguas poco profundas o pantanos) se desconoce cuántos hay y dónde operan.

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