En el municipio de Guadalupe y Calvo, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, un comando armado ejecutó a cinco personas, entre ellas dos mujeres que fueron decapitadas

13/07/2013 14:44 Carlos Coria/Corresponsal

CHIHUAHUA, 13 de julio.- Una nueva masacre se registró en el municipio de Guadalupe y Calvo, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, cuando un comando armado ejecutó a cinco personas, entre ellas dos mujeres que fueron decapitadas.

Guadalupe y Calvo es considerado el municipio más violento del país, según reportes estadísticos de la organización civil Observatorio Ciudadano.

Las víctimas fueron identificadas como Alicia Selena Madrigal Escárcega, de 21 años de edad, Silvia Morelia Cuevas Morales, de 17, Francisco Valencia Lazos, de 48, Aurelio Castillo Vega, de 49, y un hombre no identificado de aproximadamente 45 años de edad.

El reporte de la Fiscalía del Estado indicó que se recibió una llamada telefónica donde una persona alertaba de la múltiple ejecución en el poblado de Yerbitas, del citado municipio.

En el kilómetro 205 de la carretera de Parral a Guadalupe y Calvo, en un paraje a diez metros de la cinta asfáltica localizaron el cuerpo sin vida de Alicia Selena Madrigal Escárcega, con la cabeza desprendida.

Familiares de la occisa, refieren que el viernes llegaron al domicilio varios sujetos encapuchados quienes portaban rifles tipo AK-47, tumbando la puerta de acceso principal y llevándosela consigo y su teléfono celular, señalando estas personas que posteriormente la regresarían.

Asimismo en el poblado de Yerbitas los elementos policiacos encontraron en la pista de aterrizaje los cuerpos sin vida de Aurelio Castillo Vega y Francisco Valencia Lazos.

Familiares de los occisos informan que aproximadamente a las 02:00 horas del viernes, un grupo de personas armadas irrumpieron en sus domicilios y sacaron con lujo de violencia a sus familiares.

En un tercer hecho, en una de las calles del pueblo se localizó el cuerpo de Silvia Morelia Cuevas Morales.

En la carretera de Parral en dirección a Turuachi se localizó a la quinta víctima, recargada sobre un puente, de un hombre no identificado, junto al cual había una cartulina con un mensaje escrito, acusándolo de ser secuestrador.

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