Las autoridades de Texas (sur de Estados Unidos) ejecutaron el miércoles a un hombre condenado por el asesinato de un policía, convirtiéndose en la ejecución número 498 en el estado desde que la pena de muerte fue reinstaurada en el país.
Jefferey Williams, de 37 años, pasó 13 años en el corredor de la muerte antes de recibir una inyección letal a las 18H36 (23H36 GMT) de este miércoles en la prisión Huntsville, informaron las autoridades.
Williams fue condenado a muerte tras ser hallado culpable por el asesinato de Troy Blando, quien lo había detenido por manejar un auto robado.
Varios intentos por apelar la sentencia fallaron. Sus abogados adujeron, entre otros argumentos, que no tuvo una defensa legal adecuada y que sufría problemas mentales.
Esta fue la duodécima ejecución en Estados Unidos y la sexta en Texas en lo que va del año, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
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