Familias de cuatro comunidades del municipio de San Miguel Totolapan y Arcelia huyeron de sus comunidades ante la violencia que azota esa zona de la región de la Tierra Caliente de Guerrero para refugiarse en la iglesia de la localidad, mientras que otros migraron hacia otros municipios del estado buscando preservar sus vidas.
Señalaron que grupos delictivos incendiaron sus casas y mataron al menos a 15 personas; sin embargo, el gobierno estatal negó las versiones de que haya habido muertos.
El gobernador Ángel Aguirre Rivero confirmó que un enfrentamiento entre grupos de la delincuencia organizada en la comunidad de Villa Hidalgo, El Cubo, en el municipio de San Miguel Totolapa, provocó el desplazamiento de entre 600 y 800 personas a la cabecera municipal. Dijo que ya regresaron a sus comunidades luego de que se les ofrecieron garantías de seguridad.
El subsecretario de Protección Civil del gobierno del estado, Constantino González Vargas, informó que las comunidades afectadas son El Cubo, El Terrero, El Remance y El Guayabo, de la región de Tierra Caliente, comenzaron a regresar a sus comunidades y sólo 83 personas se encuentran en el albergue temporal habilitado en esta cabecera municipal, de las 631 que ahí se encontraban y que fueron recibidas en la iglesia de la localidad la noche del miércoles.
Comentó que los habitantes de la zona han informado que circuló el rumor de que sufrirían un ataque armado, motivo que generó pánico entre la población y provocó su desplazamiento a la iglesia ubicada en cabecera municipal.
Jesús, uno de los padres de familia afectados, quien vive en El Terrero, dijo que desde el miércoles se vive un clima de terror; describió que la ausencia de la autoridad ha permitido que los grupos de la delincuencia busquen a jóvenes para enrolarlos en sus filas.
Dijo que de acuerdo con testimonios de vecinos de El Cubo, desde el lunes se registraron balaceras por parte de grupos armados, que llegaron y se metieron a las casas a buscar a los jóvenes para llevárselo, sólo dejaban a adultos mayores.
"Los que no querían irse con ellos los asesinaban, dos jóvenes que venían del campo que yo conozco fueron asesinados", dijo Miguel, quien huyó de su pueblo junto a sus dos hijos y dos jóvenes que están a su cuidado porque su madre falleció y su padr e los abandonó.
Relató que el miércoles en la mañana, almorzaba con sus hijos cuando escuchó gritos en la calle. Se asomó y observó que venían mujeres y hombres en vehículos, otros en caballos, burros y hasta caminando y gritando que huyeran y escondieran a sus hijos porque venían "los hombres armados matando gente".
"Venían mujeres llorando, desesperadas para poder cruzar el puente que está en el río Balsas y cruzar a la comunidad de Valle Luz para llegar a San Miguel Totolapan".
Jesús relata que pobladores de El Cubo le dijeron que el martes asesinaron a más de 15 personas, se metieron a las casas a sacar a los hombres, algunas las quemaron y más de 80 hombres armados que llegaron a la comunidad les pidieron que abandonaran el pueblo o los asesinaban.
"Abandoné mis borregos, chivos, vacas, no tengo perros, pero todo eso dejé, mi trabajo en el campo para huir de la violencia, no me dio tiempo ni de sacar papeles, nada, huimos a tiempo para cruzar el río y poder viajar a casa de familiares".
Los pobladores fueron auxiliados en la iglesia de San Miguel y el gobierno estatal entregó víveres, 700 colchonetas, 500 cobertores, 100 kit de limpieza y 300 impermeables.
El sub secretario de Protección Civil del estado informó que desde las 17:00 horas de ayer viernes, se apoyó en el traslado de las familias a sus lugares de origen. "En la zona se mantiene un operativo de seguridad, a cargo de personal de la Secretaría de Defensa Nacional y de la Policía Estatal Preventiva, con la finalidad de garantizar la seguridad a los habitantes de esa zona".
REGRESAN CON MIEDO Doña Mónica, de 70 años, es madre de familia y abuela, ella al igual que sus vecinos de El Terrero abandonó su casa y regresó, pero con temor. Relata que junto a su nuera, su hijo, quien tiene una discapacidad auditiva, y su nieto salieron con poca ropa para huir.
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