El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, admitió hoy en una entrevista con Efe que "el 50 por ciento del Estado" guatemalteco está infestado por la corrupción, y que el crimen organizado se ha infiltrado en las instituciones responsables de su combate.
"Si tuviera que calificarlo, diría que estamos en un 50 por ciento de corrupción" en las instituciones del Estado, respondió el gobernante a la pregunta sobre los niveles de corrupción que afectan a este país centroamericano.
"La corrupción se ha venido infiltrando y se ha enraizado en las instituciones del Estado", a pesar de los esfuerzos que su Gobierno realiza para desterrarla, señaló.
"El sistema corrupto", matizó, afecta a todas las instituciones y estructuras del Estado, no solo a su Gobierno que "tiene el firme compromiso de luchar contra la corrupción".
Pérez Molina aseguró que "no desoímos" ninguna de las múltiples denuncias que sobre actos de corrupción publica con frecuencia la prensa local, y que las mismas "son atendidas e investigadas", aunque no precisó los resultados de las mismas.
"Las críticas no las desoímos. Atendemos cualquier cosa de éstas y la investigamos internamente. Pero hemos encontrado algunas críticas que no han tenido el sustento necesario" para tomar medidas en contra de los funcionarios que han sido señalados, indicó.
"Sí tomamos en serio la lucha contra la corrupción", recalcó, y por medio de una Comisión Presidencial que empezará a funcionar en enero próximo, con el apoyo del sector privado organizado, echarán a andar un programa de transparencia.
"Empezaremos el plan piloto en el Ministerio de Gobernación (Interior) y luego lo extenderemos" a otras carteras. "Eso nos permitirá estandarizar una serie de procesos, protocolos y procedimientos que evitarán la discrecionalidad para la corrupción que se ha dado".
Por otra parte, el presidente guatemalteco también admitió que las instituciones públicas encargadas de combatir la delincuencia y criminalidad han sido penetradas a diferentes escalas por los grupos del crimen organizado.
"Es una realidad que no podemos obviar. Estos grupos han penetrado, se han infiltrado" en instituciones como la Fiscalía, la Policía Nacional Civil y otras dependencias del Estado.
El pasado miércoles, la fiscal general de Guatemala, Claudia Paz y Paz, dijo que el narcotráfico y el crimen organizado tienen infiltrado el Ministerio Público (MP) y todo el sistema de justicia del país.
"Las estructuras del crimen organizado tienen la capacidad de amedrentar o corromper porque tienen mucho dinero", dijo entonces la fiscal.
El mandatario suscribió esa aseveración y agregó que ese fenómeno "es algo que tenemos que combatir, porque estos grupos tienen muchos recursos, mucho dinero, que les permite infiltrarse", comprar voluntades y procurar impunidad.
Pérez Molina aseguró que la infiltración del narcotráfico y el crimen organizado no llegan hasta las altas esferas de su Gobierno, las cuales dijo, "están limpias", pero advirtió que existen indicios sobre que estos grupos tienen vínculos con los partidos políticos del país.
El gobernante también reconoció que los carteles mexicanos del narcotráfico Los Zetas, Sinaloa y del Golfo, se han asentado en Guatemala y que se disputan entre sí el control del territorio para el trasiego de drogas.
Estos grupos, aseguró, son los responsables de las matanzas de alto impacto que han ocurrido en los últimos meses en el país, así como del incremento de los hechos de violencia.
El denominado Quinto Viceministerio del Interior, dirigido por la exfiscal contra la impunidad, Eunice Mendizábal, el cual fue creado en enero pasado con el objetivo de centralizar las acciones de combate al narcotráfico, ha logrado reunir a un grupo importante de agentes probos para cumplir con esa misión, acotó el mandatario.
Esos agentes antidrogas, señaló, han sido sometidos a pruebas de confianza y han sido los principales artífices de los golpes propinados al narcotráfico durante este año.
Pérez Molina, un general retirado del Ejército, de 62 años, que durante su campaña electoral prometió combatir con "mano dura" a los criminales que han puesto de rodillas a los guatemaltecos, cumplirá el próximo 14 de enero el primer año como presidente de esta nación centroamericana, la que con una media diaria de 15 asesinatos, es considerada una de las más violentas de América Latina.