Levantado por un grupo amado, le preguntaron si sabía algo sobre la venta de droga en la zona, pero no quiso cantar.
Un grupo de hombres armados levantó ayer a Fernándo López Urueta, de 50 años de edad; tras torturarlo para que les diera información sobre la venta de droga que, presuntamente, hace una mujer que se dedica a vender clandestinamente cerveza y luego lo dejaron abandonado en un paraje solitario.
Los hechos sucedieron en la madrugada del domingo, sobre la calle Ignacio López Rayón, cuando la víctima iba a bordo de su bicicleta con destino a su casa. En ese momento fue interceptado por varios sujetos que portaban armas de grueso calibre que lo subieron a una camioneta de lujo. Acto seguido, le colocaron cinta industrial en la boca y lo golpearon.
"Senti mucho miedo; pensé que me iban a matar", dijo. Agregó que lo llevaron hasta una caseta policiaca del fraccionamiento "San Joaquín", en las inmediaciones de la vivienda del alcalde de esta ciudad, en la ranchería sur, Cuarta, sección.
Quienes lo atraparon (se desconoce si son policías o delincuentes), durante el camino lo torturaban y preguntaban si Lila García de la Cruz, distribuía droga en su negocio de venta clandestina de bebidas alcohólicas.
Cuando lo dejarían abandonado, uno de ellos dijo: ¿Lo matamos jefe?; pensó que lo matarían, pero lo soltaron y ahora está vivo.
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