MÉXICO, D.F.- El Pleno de la SCJN consideró que en México existe "un panorama nacional aciago, en el que la zozobra y la desesperanza parecen ganar terreno".
Donde a todos "cimbra la violencia desmedida", por lo que se requiere apostar por el respeto a las instituciones y a los derechos humanos. Por primera vez, el Pleno del Alto Tribunal del País, fijó su posición sobre el ambiente que vive México.
Tras de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, y la escalada de violencia que ha desnudado la relación de las autoridades municipales con el crimen organizado. El ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Orador de la sesión solemne para la toma de protesta de 21 jueces federales, abordó el tema en su discurso, en el que destacó que "en estos momentos, no podemos pasar por alto, en el contexto de un panorama nacional aciago, en el que la zozobra y la desesperanza parecen ganar terreno".
Al hablar a nombre del Pleno, Zaldívar admitió que el sistema judicial es parte del Estado y debe responder ante esta crisis con un "renovado compromiso" y alejado de "presiones externas".
"A todos nos cimbra la violencia desmedida y el desprecio por la vida humana que parecen haberse apoderado de sectores de nuestra sociedad. A todos nos duele como propia la tragedia que ensombrece a muchas familias a lo largo y ancho del País. Corren tiempos difíciles", expresó el ministro Zaldívar.
El ministro dijo que como parte del Estado, es necesario que los juzgadores asuman la responsabilidad que les corresponde para asegurar a los mexicanos "las condiciones para una vida en armonía en el respeto de sus libertades y derechos".
"El Poder Judicial de la Federación no gravita en una órbita ajena al Estado; forma parte de él. Por ello, sobre la base firme de la independencia y de la división de Poderes, quienes integramos los órganos del Estado debemos asumir solidariamente el objetivo común de asegurar a los mexicanos (...) Los jueces federales, como miembros del Estado mexicano debemos hacernos presentes, y decir aquí estamos, con el rostro descubierto, la frente en alto y de cara a la sociedad", explicó.
En este clima social, agregó, es obligado que los jueces defiendan los principios fundamentales de este sistema: independencia, imparcialidad, legitimidad, sensibilidad a las necesidades sociales, eficiencia, así como consistencia y coherencia en la emisión de criterios.
"Hacer saber a los ciudadanos, en cada sentencia, en cada acuerdo, en cada decisión que tomemos, que escuchamos sus reclamos de justicia. Que pueden confiar en nosotros. Que a lo largo de la historia el Poder Judicial Federal ha demostrado estar a la altura, sin importar la complejidad de las circunstancias que ha tenido que enfrentar, y en la coyuntura por la que atravesamos no será la excepción", consideró.
Convocó a los juzgadores a no dejarse "vencer por la desesperanza, pues a pesar del panorama sombrío por el que se atraviesa", se requiere afianzar la "convicción de que México es más grande que sus dificultades".
"Que habremos de salir adelante y que a través de la apuesta por el respeto a los derechos humanos y a las instituciones, estaremos en condiciones de retomar el camino hacia la prosperidad y hacia un País con mejores condiciones de bienestar para todos. Con la nueva constitucionalidad como herramienta, contribuiremos a hacer realidad la transformación de nuestro País", dijo.
En este contexto, agregó, "estamos llamados a impartir una justicia federal atenta con el ciudadano, que proteja a los más débiles, y que actúe con responsabilidad y eficiencia. Debemos ser jueces cercanos a la sociedad, capaces de percibir el dolor humano y de ver el rostro de las personas más allá de las hojas de un expediente".
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