El padre de los tres estadunidenses asesinados, Pedro Alvarado, informó que será hasta mañana cuando les entreguen los cuerpos.
Ya que se realizan las pruebas de ADN pues los restos se encuentran "irreconocibles". Sí faltan (pruebas de ADN) todavía porque los cuerpos están irreconocibles, pero la ropa que estaba sí son de ellos".
Hasta mañana los van a entregar, les van a hacer ADN de la dentadura pues no tienen sangre, no les quedó nada en los cuerpos". En entrevista para Adela Micha, para Grupo Imagen Multimedia, el padre de los tres estadunidenses destacó:
El licenciado que levantó los cuerpos fue el que los recogió ahí donde estaban tirados. Yo fui a preguntar. Todos los días. Nadie me decía nada, pues estaban investigando. Iba a la PGR, al Ministerio Público, a la Ministerial y nos decían que no había nadie, no me decían nada, donde quiera anduve corriendo, recorriendo los lugares".
En la entrevista, Pedro Alvarado destacó una línea de investigación que refiere a que él encontró las camionetas en que viajaban los jóvenes en una comercializadora de nombre "Alfa", en Matamoros.
Sí andan investigando y los muebles (camionetas) de ellos donde iban los chamacos ya estaban en una comercializadora 'Alfa', de ahí en Matamoros. Paramos por ahí y estaban ahí parados los muebles (camionetas) adentro y llegamos allí".
Pedro Alvarado informó que ayer fue cuando realizó la identificación de los tres jóvenes quienes visitaban a su padre cada dos semanas, provenientes de Texas y la última vez que se les vio fue cuando les realizaban una revisión.
Iban de regreso, se pararon a comer y ahí llegaron a checarlos y ya no regresaron ni para acá ni para el otro lado".
Mi hermana pasa por ahí y los estaban checando, mi hermana pasó y los vio y me avisó pues que los estaban checando y dije pues fue un chequeo de rutina y más tarde me habló mi esposa que no estaban".
Luego de 17 días de permanecer en calidad de desaparecidos, tres jóvenes de origen estadunidense que visitaban a su padre en el poblado de Control, Matamoros, Tamaulipas, fueron localizados muertos en esa localidad fronteriza, junto con un amigo de origen mexicano que también perdió la vida.
Las víctimas, desaparecidos desde el 13 de octubre, son los hermanos Érica, Alex y José Ángel Alvarado Rivera de 26, 22 y 21 años, respectivamente, residentes de Texas, y José Guadalupe Castañeda, novio de la joven.
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