Monterrey,-NARCOVIOLENCIA.-Las historias de terror durante el paso por Reynosa de los regios que viajan a Estados Unidos regresaron.
La tarde del domingo una familia que regresaba de un viaje de compras por McAllen fue interceptada por dos hombres que circulaban en una camioneta hacia la salida del municipio fronterizo.
El incidente ocurrió alrededor de las 18:45 horas, en plena luz de día, cuando Raúl, de 65 años, y sus tres hijos adultos circulaban a la altura del kilómetro 4 de la Carretera a Monterrey y una camioneta Ford Lobo negra de doble cabina y con una placa de Texas se les emparejó entre el tráfico.
El copiloto les mostró una pistola escuadra y le hizo una seña a Diego, de 35 años y conductor de vehículo, para que se orillara en el acotamiento.
Por un momento el joven pensó en acelerar y huir, pero un breve consenso familiar determinó que se detuviera. Delante de ellos se estacionó el vehículo de los criminales
El hombre que los amenazó, un joven de unos 25 años delgado, moreno que vestía de mezclilla y playera y llevaba un enorme colguije de la Muerte, le pidió a Diego que se dirigiera a la Ford Lobo a platicar con "el jefe", otro joven de unos 30 años de piel blanca y pelo castaño con corte tipo militar, quien le haría unas preguntas.
"Me dijo 'no va pasar nada, súbete de volada, ocupo tu identificación', al sacar la cartera ve que traigo efectivo y da marcha, yo espejeo y veo que mi papá se baja de nuestra camioneta y el pelado dice 'ya valió madre güey", contó.
El teléfono del delincuente no paraba de sonar.
"Dijo 'ahí vienen los soldados, vete, pero cooperas' y dio reversa, yo tontamente le dije 'déjame agarro para la caseta´ y en eso me pone la escuadra en las costillas y me dice "déjalo todo".
Los maleantes huyeron con el efectivo, aproximadamente 5 mil pesos. El secuestro se conjuró ante lo que pareció ser el aviso de un halcón de un convoy militar acercándose.
"Yo no le deseo a nadie esta experiencia", subrayó Raúl, "pero si les recomendaría que viajaran en caravanas de tres vehículos.
"Yo hubiera preferido que me mataran ahí defendiendo el honor de mi familia a que te lleven a sus casas de seguridad y te maten amarrado como a un perro y le pidan dinero a tu familia. Nosotros somos muy afortunados de poder contar esta experiencia".
El caso fue denunciado ante la Sedena.(El Norte)
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