Ciudad Juárez,Chihuahua.-A metros de disfrutar su libertad, un hombre fue ejecutado al momento en el que cumplía su condena en el Cereso Estatal No.3, durante la tarde del lunes, siendo emboscado mientras cargaba gasolina en el cruce de las avenidas Oscar Flores y Barranco Azul.
Por la radio frecuencia policiaca se podía escuchar a los agentes de la Policía Municipal solicitando apoyo, ya que se había reportado en primera instancia una fuerte balacera sobre la Juan Gabriel y Barranco Azul.
Sin embargo, al arribar los preventivos, pudieron apreciar un vehículo tipo Chevrolet Cavalier, en color azul marino, totalmente rafagueado del lado del copiloto, con el cuerpo de un hombre destrozado por las balas en su interior.
Despachadores de la estación de gasolina, mencionaron que dos hombres fuertemente armados bajaron desde un vehículo, se dirigieron al lugar del copiloto, en el cual viajaba la pareja sentimental del ejecutado, la bajaron y posteriormente comenzaron a disparar contra su blanco.
Sobre el piso se pudieron contabilizar decenas de casquillos de grueso calibre, al parecer un "cuerno de chivo", de igual forma, los vidrios y puertas del costado derecho del vehículo simulaban una coladera ante la gran cantidad de impactos que presentaba.
La única sobreviviente relató ante las autoridades que minutos antes apenas había recogido a su esposo de la puerta principal del Cereso, tras cumplir su condena al ser detenido con armas de fuego y marihuana, esto en el 2012, junto con otro hombre y una mujer, en el cruce de las avenidas Valle del Sol y Camino Ortiz Rubio, de la colonia Fidel Velázquez.
Dijo, que después de eso, tomaron por la avenida Barranco Azul y decidieron llegar a la gasolinera para cargar combustible, sin contar con que criminales ya los estaban esperando para darle muerte a su ser querido.
En el lugar, el hoy occiso, fue identificado de manera extraoficial como Martin Rodríguez Nájera, quien, a decir de testigos, terminó con el rostro destrozado por la cantidad de balazos que recibió a quemarropa.
La escena del crimen fue custodiada por elementos de la Fiscalía General en la Zona Norte, mientras peritos en criminalística se hicieron cargo de levantar la poca evidencia ahí recabada, así como embalar los casquillos percutidos, mientras que el cuerpo fue llevado a las frías planchas del SEMEFO.
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