Dejó ayer un saldo de 11 muertos, todos civiles, 2 policías federales heridos y 44 detenidos. El periódico Reforma publica este miércoles información en la que de acuerdo a diferentes versiones sembraron dudas sobre los hechos, el número de muertos y la manera en que fueron abatidos.
Algunos testigos aseguran que varias de las víctimas fueron ejecutadas extrajudicialmente por policías federales. Un testigo, cuya identidad fue autentificada por Reforma, pero que pidió anonimato por razones de seguridad, reveló que por lo menos tres personas fueron ejecutadas cuando se habían rendido, que tenían las manos en la nuca e iban desarmadas.
"Uno de los ocupantes bajó y se puso de rodillas con las manos en la nuca; dijo que no tenían armas y suplicó a los federales que no dispararan, pero cayó muerto de tres balazos que hasta retumbó cuando se escucharon", narró el informante.
Conforme a una revisión de las fotografías difundidas de los saldos de la refriega, se contabilizaron 11 personas muertas y no 9, como se informó oficialmente. Inclusive, aparecen perfectamente alineadas. Una de ellas tiene a un lado un fusil y repartidos tres cargadores, pero de un arma diferente.
Entrevistado vía telefónica, el testigo contó que agentes federales mataron a un grupo de personas en Avenida Constitución, en el Centro de la ciudad, tras el operativo federal para desalojar la sede Ayuntamiento.
Indicó que poco antes de las 8:00 horas, dos camionetas particulares fueron alcanzadas por los federales y los elementos les apuntaron con sus armas de cargo.
"¡No disparen!", gritaron desde los vehículos las ahora víctimas, dijo el testigo.
"Lo que vi no se le puede llamar enfrentamiento porque los civiles no estaban armados; eran civiles que, si acaso, tenían un bat o palos, una persona se bajó de una camioneta y suplicó a los azules (federales) que no dispararan, que no tenían armas. Los civiles nunca dispararon, por eso no es un enfrentamiento", dijo.
"Los venían persiguiendo, eran una camioneta gris y una negra y le dieron alcance los federales, cuatro vehículos de los azules (policías), se bajaron y los rodearon. Yo vi todo desde el principio y vi que los civiles nunca tuvieron un arma en sus manos", insistió el testigo.
Oriundo de Apatzingán y vecino del centro de esa ciudad, el testigo indicó que salió temprano de su casa a comprar material de construcción y al caminar sobre la avenida Constitución Norte, por la Plaza de la Cultura, se topó con la persecución.
"Yo vivo a dos calles de ahí, vi todo, a uno que ya se había rendido le metieron tres balas, pero eran balazonones, pum pum pum, se dobló, eran como unas cuatro camionetas de los azules (policías federales), después unas dos camionetas de los militares llegaron, luego ya no supe qué pasó; me fui por miedo", reiteró.
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