Mérida, Yucatán.- Empleada doméstica de día y mesera de noche, Mayra llevaba una vida difícil y con dos hijos que mantener buscó otras fuentes de ingreso y decidió trabajar en un bar sin imaginarse que ahí conocería al sujeto que le quitaría la vida de manera sádica y enferma.
Desde que su esposo la dejó, Mayra Rosalía Chan Tinal, de 24 años de edad, decidió ver por el bienestar de sus dos hijos, un bebé de apenas seis meses y una niña de cuatro años, de modo que decidió trabajar como empleada doméstica en una residencia del Yucatán Country Club.
Decidida a darle la mejor vida posible a sus dos hijos y al no tener los ingresos necesarios, optó por trabajar en las noches y comenzó a trabajar como mesera en el bar "La isla" de la colonia Bojórquez, ubicada también en la zona poniente de Mérida, en donde conoció a Alexander Castellanos González, de 21 años.
Alexander tenía apenas dos meses viviendo en un taller mecánico, donde le habían dado alojamiento para que también vigilara por las noches.
Desde que Alexander conoció a Mayra se enamoró de ella de una manera pasional, de modo que durante dos semanas seguidas asistió al bar para invitarle unos tragos y platicar con ella.
El sábado pasado, tras concluir su jornada de trabajo, la joven madre se fue con él con la promesa de que le pagaría 700 pesos para que fueran a divertirse en el taller donde vivida, sin imaginarse que ese día sería el ultimo de su corta vida.
A las 11:05, tuvieron su primer contacto físico en el bar. En las cámaras de seguridad se ve que se paran, se encuentran, se besan y acarician. En ese momento, presuntamente cierran el acuerdo para irse a la casa de Castellanos González, a cambio de 700 pesos.
La joven le informó a su amiga "Mía" que se iría con ese cliente, pero esta le pidió que no se fuera debido a que no lo conocía y que no tenía necesidad, ya que le fue muy bien en la jornada.
Pero Mayra Rosalía hizo caso omiso a las recomendaciones y ella y el agresor salieron juntos del bar y estuvieron en la puerta unos minutos esperando un taxi.
Al no conseguir taxi se fueron caminando hasta la casa donde la joven fue privada de la vida, en la calle 24 con 27 de la colonia Francisco I. Madero, a unos metros del Hospital Psiquiátrico.
Una vez en el taller, Mayra y Alexander presuntamente tuvieron relaciones sexuales y de un momento a otro el joven cometió el atroz crimen que lo podría llevar a prisión más de 30 años: el cuerpo de Mayra Rosalía presentó cinco heridas en el cráneo, cinco en el cuello, tres en el tórax anterior, 18 en el tórax posterior, una en el abdomen, 10 en los miembros superiores (brazos) y dos en los inferiores (piernas). En total 44 cuchilladas.
El cuerpo desnudo, tirado en el piso, cerca de la puerta, estaba embarrado con su propia sangre, la víctima fue privada de la vida con extrema violencia y brutal ferocidad. A pesar de ello, no murió instantáneamente, sino que agonizó varios minutos hasta que expiró desangrada.
Al día siguiente, el dueño del taller pasó por ahí y le llamó la atención que la puerta estuviera abierta, de tal manera que entró a verificar y encontró la macabra escena con el cuerpo de la joven.
Alexander ya no estaba, había huido a Cancún, donde capturado gracias a datos que proporcionaron personas que conocían al feminicida y a la víctima.
La joven madre fue privada de la vida precisamente en su cumpleaños, ya que de acuerdo con la identificación de sus familiares señalaron que nació el día 8 de diciembre de 1994.
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