''Este fenómeno lo estamos viviendo en toda la República; en algunas zonas más intensamente que en otras. Por ejemplo, nos enteramos de la muerte de un sacerdote (en Colima), fruto este deceso de la inseguridad y de la violencia; según tengo información, parece que se trata de unos jóvenes drogadictos que no habiendo sido favorecidos por lo que le pedían al religioso, después lo sorprenden y lo matan'', dijo.
Afirmó que por intimidación y miedo otros clérigos ''lo han hecho: pagar extorsiones'', aunque la estrategia dictada por las autoridades eclesiales católicas a sus sacerdotes es no escuchar el mensaje de los delincuentes y denunciarlos, o bien colgar en cuanto reciban una llamada así.
''Hay sacerdotes que son víctimas de extorsión telefónica; que les llaman y les piden una cantidad y los amenazan si no cumplen con aportar ese dinero'', señaló.
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