NUEVA YORK, 26 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, ha instado este martes a la comunidad internacional a asumir su responsabilidad para combatir el crimen organizado, sobre todo el narcotráfico, subrayando que es un problema común, aunque la violencia que genera se cebe con América Latina.
"La lucha contra el tráfico ilegal, especialmente de drogas, y sus actividades relacionadas, es una responsabilidad compartida", ha dicho Lobo durante su intervención ante la 67ª sesión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebra esta semana en Nueva York.
El mandatario ha considerado que el crimen organizado es una amenaza a la seguridad internacional, por lo que "debe ser analizado y combatido por cada uno de los miembros de Naciones Unidas", cuyos objetivos prioritarios son garantizar la paz y la seguridad mundiales. "Está contaminando nuestros gobiernos y nuestras sociedades", ha denunciado.
Citando datos de numerosos estudios, Lobo ha explicado que las actividades del crimen organizado "han llegado a representar el 10 por ciento del PIB mundial", entre ellas ha señalado "el narcotráfico, el tráfico de personas, el tráfico de armas, la falsificación y la piratería comercial, el blanqueo de dinero y los sobornos".
Además, ha apuntado que la violencia generada por el crimen organizado, aunque solo afecte a unos cuantos países, como Honduras, es responsabilidad tanto de los países productores, muchos de ellos ubicados en América Latina, como de los países consumidores, entre los que ha incluido a las naciones desarrolladas.
"Honduras no es un país productor ni consumidor. Es más, los que trafican nos llegaron del sur y del norte, pero los muertos son hondureños, las madres que sufren son hondureñas y los huérfanos también son hondureños", ha lamentado.
Por ello, ha señalado, el Gobierno hondureño "no ha ignorado este grave problema. "A pesar de nuestros limitados recursos económicos, estamos enfrentándonos a grandes desafíos con la necesaria determinación de ofrecer soluciones regionales", ha dicho, según informa la ONU en un comunicado.
PROTESTAS EN LA EDUCACIÓN
Por otro lado, el presidente se ha referido a las huelgas de profesores, que en la última década han hecho perder a los alumnos hondureños unos 600 días de clase, según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
"Sin duda, esta situación supone un paso atrás para toda la sociedad. Nosotros defendemos el derecho de los profesores a manifestarse, pero el derecho de los niños y jóvenes a recibir clase no puede quedar interrumpido", ha subrayado.
Para remediarlo, ha explicado que su Gobierno ha llevado a cabo una serie de reformas en el sistema educativo, al tiempo que se ha comprometido a seguir impulsando medidas para garantizar el acceso universal a la educación, como una forma de reducir las desigualdades sociales y la pobreza extrema.
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