MÉXICO DF, 18 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha presentado este lunes la estrategia de su Gobierno contra el crimen organizado, que implica la división del país en cinco regiones y la creación de un cuerpo y varias unidades especializadas en la lucha contra los delitos asociados.
"Nuestros objetivos prioritarios son reducir la violencia y recuperar la paz y la tranquilidad de las familias mexicanas", ha dicho Peña Nieto ante todos los gobernadores y algunos miembros de su Gabinete, en un acto celebrado en el Palacio Nacional.
En concreto, el jefe de Estado ha indicado que el nuevo plan contra el crimen organizado "buscará reducir los indicadores relacionados con homicidios, secuestros y extorsiones", que son los delitos que habitualmente van aparejados a estas redes.
En primer lugar, ha anunciado que la lucha contra el crimen organizado quedará a cargo de la Secretaría de Gobernación (Ministerio de Interior), que absorberá a la Secretaría de Seguridad Pública, que hasta ahora se encargaba de estos asuntos.
La finalidad de este cambio de funciones, ha explicado, es corregir la descoordinación que, en su opinión, caracterizó la estrategia contra el crimen organizado del Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012). "No habrá improvisación", ha subrayado.
Además, Peña Nieto ha explicado que sobre el terreno el nuevo plan se traducirá en la división del país en cinco grandes regiones, teniendo en cuenta las necesidades de seguridad de cada una de ellas, aunque no ha especificado cómo quedará el mapa mexicano.
"La naturaleza de los delitos y el comportamiento de las organizaciones criminales obedecen a un patrón geográfico", ha argumentado, por su parte, César Duarte, gobernador del estado de Chihuahua, situado en la frontera con Estados Unidos, una de las más violentas del mundo.
El mandatario ha anunciado la creación de un nuevo cuerpo, la Gendarmería Nacional, que contará con 10.000 efectivos dedicados exclusivamente a combatir la inseguridad en los municipios, donde la corrupción de uniformados y funcionarios es aún mayor que a nivel estatal y federal.
También ha anunciado la creación de 15 unidades especializadas dentro de la Policía Federal para combatir el secuestro y la extorsión, delitos que en la última legislatura aumentaron en un 83 y un 40 por ciento, respectivamente, según ha revelado el secretario de Gobernación, Miguel Osorio.
No obstante, Peña Nieto ha adelantado que la nueva estrategia contra el crimen organizado no supondrá, al menos de momento, el repliegue de las Fuerzas Armadas, ya que tanto el Ejército como la Marina seguirán patrullando las calles mexicanas.
La negativa del nuevo Gobierno a ordenar la retirada de las Fuerzas Armadas implica dar continuidad a la guerra contra el crimen organizado impulsada por el Gobierno de Calderón, que supuso el despliegue de cientos de miles de militares y policías en de todo el país.
En los últimos seis años, se calcula que unas 60.000 personas han muerto a causa de los enfrentamientos entre los uniformados y los criminales y entre los grupos rivales en México.
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