La investigación sobre la delincuencia organizada en México es como el precio de la droga: no es el mismo en el sur que en el norte.
Mientras que la Procuraduría General de la República (PGR) ubica nueve organizaciones criminales, en las que operan 37 células en diferentes puntos del país, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) solo registra ocho cárteles que trafican drogas hacia Estados Unidos.
Además, ni siquiera son los mismos cárteles. La DEA señala dos que México no reconoce, dos que sí ve, pero los llama distinto y dos más que los norteamericanos dan por muertos y para México representan todavía un peligro.
Lo que para la PGR es el Cártel del Pacífico, para la DEA es el de Sinaloa.
El de los Carrillo Fuentes la Agencia norteamericana lo ubica como el Cártel de Juárez y para nombrar a las organizaciones de los Beltrán Leyva, Los Zetas, del Golfo y Los Caballeros Templarios no tienen diferenciación.
La operación del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) la DEA no la concibe sin la célula delincuencial de Los Cuinis, a quienes ubican como socios en todos sus envíos de drogas.
A Los Cuinis, la DEA los describe como el cártel más rico del mundo, sin embargo, la PGR nunca menciona tal organización en sus informes públicos.
Es el mismo caso de Los Moicas, uno de los ocho cárteles que la DEA ubica y del que en México no existen registros... al menos en la información pública.
Asimismo, la DEA jamás menciona al Cártel de los Arellano Félix –también conocido alguna vez como el Cártel de Tijuana– ni a La Familia Michoacana, organización de la que se identifica pertenecen los Guerreros Unidos, que operan en Guerrero, Morelos y el Estado de México, y a quienes se les atribuye la desaparición y presunta muerte de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
Las 37 células del crimen organizado
Aunque para la agencia Antidrogas de Estados Unidos, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Cuinis operan de la mano, la PGR no identifica a Los Cuinis y en el mapa criminal actualizado afirma que en el caso del CJNG "no se identifican grupos, células o pandillas vinculadas con la organización".
Según la fiscalía mexicana el CJNG tiene presencia, además de Jalisco, en Colima, Michoacán, Guanajuato, Nayarit, Guerrero, Morelos y Veracruz.
En el caso de Los Caballeros Templarios, la PGR reconoce dos células delictivas al interior de la organización, una encabezada por Fernando Cruz Mendoza, alias "El Tena", con operaciones en Aquila, Coahuayana y Coalcomán de Vázquez Pallares; y otra liderada por Homero González y/o Gonzalo González alias 'El Gallito', con operación en Tumbiscatío y Apatzingán.
El cártel del Pacífico (Sinaloa, como le llama la DEA) tiene diez células delictivas: Gente Nueva (Chihuahua y Sinaloa), Los Cabrera (Durango y Chihuahua), el Cártel del Poniente o de La Laguna o Los Bardales (Durango y Coahuila), El Aquiles (Baja California), El Tigre (Baja California), Del 28 (Baja California Sur), Los Artistas Asesinos o AA (Chihuahua), Los Mexicles (una pandilla de Chihuahua, Los Salazar (Sonora) y Los Memos (Sonora).
En el cártel de los Arellano Félix, la PGR identifica tres escisiones: El Chan, El Jorquera y El Kieto, todas con presencia en Baja California.
La Familia Michoacana –cuya extinción ya había sido declarada por el Gobierno Federal– oficialmente tiene dos subgrupos, una es Guerreros Unidos, un "grupo desertor" al que también ubica como La Nueva Empresa y una más a la que le dice La Empresa (Estado de México y Morelos).
De acuerdo con la información entregada a Reporte Indigo a través de una solicitud de acceso a la información, Guerreros Unidos opera en Morelos, Guerrero y Estado de México.
Es a Guerreros Unidos a quien la autoridad ubica como autores del ataque que derivó en la desaparición y presunta muerte de los 43 normalistas de la Normal Rural de Ayotzinapa Raúl Isidro Burgos.
Esa célula delictiva mantiene una disputa con Los Rojos, que es un grupo al mando de los Beltrán Leyva con operaciones en la región norte y centro de Guerrero y Morelos. Los Rojos son sólo una de las siete suborganizaciones de los Beltrán Leyva.
El mapa del crimen de la PGR actualizado hasta principios de septiembre indica que el cártel está compuesto por Los Mazatlecos (Sinaloa y Baja California Sur), una escisión llamada "El 2 mil", que también pudiera ser conocida como "El Panchillo" o "El Panchillo Huevos", y tiene presencia en Sonora.
Los Granados se ubican en la región de la Tierra Caliente guerrerense, La Oficina en Aguascalientes y Baja California Sur, Los Ardillos en la región Centro y Montaña de Guerrero, así como el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA), con presencia únicamente en Guerrero.
La organización de los Carrillo Fuentes –que la DEA ubica como Cártel de Juárez– tiene dos células delictivas que operan sólo en Chihuahua: La Línea y una pandilla conocida como Los Aztecas.
De acuerdo con PGR, Los Zetas tienen tres organizaciones delictivas: Grupo Operativo Los Zetas, Grupo Operativo Zetas y Fuerzas Especiales Zetas. Todas con presencia únicamente en Tamaulipas.
El Cártel del Golfo, que de acuerdo con la narrativa oficial escindió de Los Zetas luego de que se desempeñó como un brazo armado de esta organización, hoy opera con siete suborganizaciones en puntos de Tamaulipas y en Cancún, Quintana Roo: Metros (Reynosa), Rojos (Matamoros), Grupo Dragones (Tampico), Los Fresitas y Ciclones (cuya zona de influencia en Tamaulipas no se delimita) y Los Pelones y Talibanes (ambas en Cancún).
La merma de Los Zetas
Los Zetas y el cártel del Golfo son las organizaciones que más han resentido el reacomodo de sus grupos en este último año, de acuerdo con la información de la Fiscalía.
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