La también catedrática de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y directora de la organización civil CASA Promoción Juvenil, agregó que lo verdaderamente preocupante es la realidad que se vive en esta frontera.
"Tenemos procesos de reclutamiento cotidiano hacia jóvenes (por parte del narco), gran cantidad de duelos sin sanar, gran cantidad de adolescentes que perdieron a sus padres y que nadie se hace cargo de ellos", expresó.
Todavía hay muchísima gente afectada por la violencia y existen terribles condiciones sociales, por ejemplo, en el suroriente de la ciudad, las familias viven "una catástrofe humanitaria", indicó.
Los núcleos humanos sobreviven en malas condiciones, existe un abandono de las poblaciones y aparte el consumo de drogas está creciendo muchísimo, advirtió.
"A mí me preocupa más la realidad que estamos viviendo que el hecho de que se presente una película como esa", añadió.
Dijo que no ha visto el filme, pero le parece que se le da demasiada importancia a que la gente la vea o no, además de que, suponiendo que fuera mala, puede ser motivo de reflexión sobre lo que pasó, lo que pasa y cómo construir mejores condiciones para el futuro.
"La realidad que estamos viviendo es que todo lo que pasó en años pasados ha dejado unas profundas huellas en amplios sectores de la población, en niños, en jóvenes y que se está haciendo muy poco para atender todo esta situación", agregó.
Existe una violencia muy naturalizada, muy normalizada en muchas relaciones cotidianas y debido a eso, se advierte que "estamos en una situación prendida con alfileres", indicó.
"Tampoco estamos hablando de una leyenda o algo del pasado, sino de hechos que han dejado una profunda huella, y que en ese sentido me parece que no se gana nada con prohibir", expresó.
Dijo que el problema de "la imagen" de la ciudad ha sido una preocupación para las autoridades en diferentes momentos, pero la verdad es que también es un problema de la realidad.
El presidente municipal se enfrasca en una discusión sin sentido, ociosa, al convocar a la gente a que no vaya a ver una película, dijo Laurencio Barraza Limón, director del Consejo Ciudadano por el Desarrollo Social.
Si el presidente está tan preocupado por la mala imagen de la ciudad, que erradique el abuso de poder y la corrupción, que termine con las prácticas discrecionales en la función pública y que garantice los derechos de los ciudadanos, agregó.
"Una película para nada lastima o denigra una imagen, lo que sí denigra y pone en crisis la imagen de la autoridad es el abuso policiaco, la impunidad, la falta de criterio para imponer la ley en situaciones como lo que pasó en Samalayuca, la falta de pericia en el sistema de impartición de justicia, la falta de prevención en la ciudad para que no violenten y lastimen a una mujer", expresó.
Alcides Flores Martínez, director ejecutivo de Ciudadanos Organizados para el Desarrollo Integral de las Comunidades A.C. (CODIC), dijo que no se va a cambiar la realidad con pedir que la gente no vea una película.
"Es una realidad que vivimos todos los mexicanos y los juarenses", agregó. Además no es correcto pedirle a la gente que se abstenga de ver tal o cual película, pues es limitar su libertad.
La violencia del narcotráfico ya no se vive en la misma proporción que hace unos años, pero sigue presente, sentenció.
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