El presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el peruano Diego García Sayán, advirtió que existe peligro de que la inseguridad y el "efecto" del crimen organizado sobre sociedades civiles e instituciones públicas en América Latina provoquen "respuestas y tentaciones autoritarias", porque "la expansión criminal es un grandísimo factor de desestabilización de la democracia".
Durante una entrevista y en indirecta alusión al plan del presidente Hugo Chávez de sacar a Venezuela del sistema americano de protección jurídica de los habitantes, García Sayán alertó que "un país no puede, de la noche a la mañana, patear el tablero de los derechos humanos y asumir que eso no le acarreará muy graves y serias consecuencias".
Al preguntársele si acaso está amenazada la democracia por la militarización de la seguridad pública en México, Colombia, Guatemala, Honduras y El Salvador, adujo que es "evidente" que el ejército "está creado y entrenado para objetivos específicos de la guerra: destruir al enemigo".
Para afianzar la seguridad y atacar la criminalidad, dijo, se requieren "herramientas de inteligencia, investigación, persuasión, captura, interrogatorio y sanción básicamente policiales".
"Uno de los más graves problemas (americanos) es la expansión de la criminalidad, la inseguridad ciudadana y, en particular, la acción y efecto del crimen organizado sobre la sociedad y las instituciones. Muchas veces ese tipo de amenazas a la seguridad de la gente, a la normalidad en la vida de las instituciones, es fuente para respuestas y tentaciones autoritarias, para cortar camino, establecer justicias sumarias, la tentación que surge de las instituciones públicas y de la propia sociedad a la justicia por mano propia", puntualizó.
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