Vídeo: Cómo fue capturado el narcotraficante Héctor Beltrán Leyva

El miércoles cerca de las 14.30 de la tarde, ya pasada la hora en que muchos comen, "Mario's" estaba vacía, a excepción de Beltrán y su presunto operador financiero.

Identificado por las autoridades como Germán Goyenechea, un empresario y activista político local, también vestido de manera casual, con pantalones cargo, una playera y botas. Las fuerzas especiales del ejército detuvieron a los dos sin que nadie se resistiera o se hiciera algún tiro, a pesar de que las autoridades dijeron que ambos tenían pistola.

"Todo fue pacífico", dijo a The Associated Press un empleado del restaurante, quien aceptó comentar sobre la detención sólo si no era identificado por temor a tener problemas. "Todo fue tan calmado que nadie se dio cuenta", añadió.

La descripción se ajusta al bajo perfil que las autoridades dicen adoptó el hombre en los últimos años.

Beltrán, apodado El H o El Ingeniero, ingresó en las primeras horas de este jueves a la sede de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en la capital mexicana.

En estas instalaciones, el capo rinde su declaración preliminar antes de que sea presentado ante un juez en un plazo legal que va de las 48 a las 96 horas.

Héctor Beltrán Leyva, uno de los capos de las drogas más buscados de México, se ocultaba a plena vista mientras comía en un restaurante de mariscos a sólo unas 10 calles del centro de San Miguel de Allende, cuya plaza colonial es un imán para residentes extranjeros y turistas.

"Todo fue tan calmado que nadie se dio cuenta"

Considerado el líder del temido cartel que lleva sus apellidos, Héctor Beltrán comía en "Mario's Mariscos Frescos", un restaurante sencillo conocido entre algunos residentes por su ceviche y filete de pescado y que el miércoles fue escenario de un rápido operativo de fuerzas especiales del ejército para capturarlo.

Beltrán Leyva vestía de manera casual pero con pantalones vaqueros y camisa a cuadros, un estilo informal que se ajusta a San Miguel, donde estadounidenses y canadienses han llegado a vivir y donde restauran casas coloniales o toman clases relacionadas con las artes.