Luego de la balacera de hora y media que causó dos muertos y tres heridos, las tres escuelas de nivel básico ubicadas en el municipio de Praxedis G. Guerrero cerraron ayer.
El temor a raíz de la agresión del pasado domingo entre grupos armados provocó que los padres de familia prefirieran no mandar a sus hijos a los centros escolares. Por otra parte, células conformadas por decenas de agentes ministeriales.
Con apoyo del Ejército y la Policía Municipal, instalaron ayer tres retenes aleatorios en distintos puntos sobre la carretera Juárez-Porvenir, donde inspeccionaron automóviles sospechosos. "Ahorita están los operativos y vamos a estar dispersos hasta El Porvenir".
Dijo uno de los oficiales de la Policía Estatal Única que marcaba con su mano el alto a los conductores, a quienes pedía su identificación y comprobar la legal posesión del vehículo.
En tanto, la Secundaria Federal número 43, que se ubica en la entrada de ese municipio a unos 49 kilómetros al oriente de Ciudad Juárez ayer recibió sólo a 25 de los 233 alumnos inscritos, por lo que se decidió cancelar clases.
Mientras que la primaria Lucas Balderas, situada justo enfrente de donde se registró la balacera, ni siquiera abrió. Tampoco la primaria David Alfaro Siqueiros, refirieron madres de familia.
Los dos primeros planteles fueron usados como escudos por los grupos del crimen organizado durante la refriega, aseguró personal de la secundaria, que manifestó temor de que continúe la violencia.
"Hay una psicosis aquí con los papás que vinieron a preguntar (si habría clases), pero se llevaron a los niños. Tuvimos muy poco alumnado porque no quieren traer a los menores por miedo", dijo Jesús Larrea González, director de la Federal 43.
Refirió que la madrugada de ayer se volvieron a escuchar detonaciones de arma de fuego, lo que provocó temor en los padres de familia.
"Hoy se nos hizo bastante inseguro, no sabíamos cómo iban a estar las circunstancias porque en la madrugada se siguió escuchando la balacera", dijo el directivo, quien ayer se encontraba en la escuela junto a su personal administrativo.
Larrea González denunció que autoridades educativas no se han comunicado con ellos para informar si por las condiciones de inseguridad se suspenderán las clases en Praxedis.
Sin embargo, Marcelo González Tachiquín, titular de la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte, informó que por el momento no se suspenderán clases en zonas donde se han registrado hechos violentos, pero aseguró que sí ha habido solicitudes para reforzar la seguridad en los planteles.
"Algunas escuelas nos han planteado bardas perimetrales, rondines policiacos y otras la instalación de cámaras para tener un control más claro de lo que está pasando", señaló el funcionario.
Madres de familia dijeron sentir temor de que futuros ataques lleguen a las escuelas y pongan en peligro la vida de sus hijos.
"Está muy canijo con la violencia que hay porque ya ha sido muy seguido, por eso no mandé a mi hijo a la escuela, prefiero que ya los dejen salir de vacaciones", expresó una habitante de Praxedis G. Guerrero.
El ciclo escolar de este año culmina el próximo viernes 19 de diciembre, mientras que el periodo de vacaciones inicia formalmente a partir del lunes 22 del mismo mes, informó la Subsecretaría de Educación, Cultura y Deporte en la Zona Norte.
Varios alumnos de secundaria que ayer no acudieron a clases se mantuvieron rondando en el lugar donde dos hombres fueron asesinados a tiros, en busca de balas como un "recuerdo".
"Nos avisaron que se suspendieron las clases hasta nuevo aviso", expresó "Luis", de 14 años, uno de los estudiantes de nivel básico que se hacía acompañar por otros jóvenes de su edad.
Sobre la calle Morelos, él y sus amigos caminaban entre rastros de sangre seca en busca de un "recuerdo" de la balacera.
En su mano derecha Luis carga dos balas útiles de fusil AK-47 que dejaron en la escena del crimen los sicarios. "Estas son de 'cuerno de chivo", refiere el adolescente, mientras que en la izquierda oculta un casquillo percutido de un arma calibre 9 milímetros.
"Venimos a ver de cuántos calibres tiraban
allá hay otras y esas son balas expansivas", dijo el adolescente que asegura conocer los términos de balística por afición.
Los vestigios de la refriega perpetrada entre grupos del crimen organizado pueden observarse en las paredes de negocios, casas y automóviles que quedaron perforadas por los disparos y manchados de sangre.
Las paredes de una tienda "Modelorama", situada en la entrada del municipio, presentan daños por decenas de disparos de arma de fuego, mientras que en las ventanas de una casa contigua al negocio se observan rastros de sangre de uno de los heridos que desprendió la estructura con sus manos para buscar refugio en el domicilio, aseguraron testigos.
"Me tocó oír todo, duró como 40 minutos; me tuve que esconder en una bodega", dijo el trabajador del establecimiento, quien aseguró haber presenciado el momento en que inició el ataque armado.
La presencia de cuerpos policiacos incrementó notablemente un día después de la balacera en la que murieron dos personas y tres más resultaron lesionadas.
Residentes de Praxedis G. Guerrero que regresaban a sus casas tras visitar Ciudad Juárez aseguraron llevarse una sorpresa al ver un retén con decenas de patrullas y policías acordonando y restringiendo la entrada al municipio.
"Andábamos en Juárez ayer (el domingo) cuando sucedió esto y tuvimos que rodear para poder entrar a la casa", dijo uno de los pobladores.
El temor entre los habitantes se puede ver en su comportamiento. Las versiones en torno al hecho son muchas, pero hasta el momento ninguna oficial.
La Fiscalía General del Estado (FGE) sólo informó que se hacen las investigaciones en torno al crimen, pero sin dar detalles.
Testigos aseguran que el ataque armado fue a raíz del "levantón" de unas personas en ese municipio de quienes hasta el momento se desconoce su paradero.
Otros refieren que fueron más de dos muertos los que hubo en un presunto ataque generalizado a la población.
Mientras que otros testimonios aseguran que los sicarios se ocultaron pecho a tierra en las laderas de la calle principal o en bardas de escuelas durante la balacera.
"La gente que observó dice que es gente desconocida, que se escondieron enseguida de la carretera... pero no se sabe mucho", dijo un habitante bajo reserva del anonimato.
Otro testigo relató: "se miró cuando se estaban agarrando entre los dos (grupos armados), ahí se ven todas las balas. Más acá también se ve la sangre de uno que intentó correr".
Pobladores de Praxedis G. Guerrero, ubicado a unos 49 kilómetros al oriente de Ciudad Juárez, aseguraron que la presencia policiaca en la zona debe ser permanente, ya que los recursos con los que cuentan son insuficientes.
Mencionaron, bajo reserva del anonimato, que desde hace tres semanas grupos del crimen organizado han asesinado a varias personas y "levantado" a varias familias de sus casas.
"Aquí casi no hay vigilancia, apenas que pasó esto como que empezaron a vigilar", refirió otro de los testigos.
Rogelio Portillo Esquivel, secretario del Ayuntamiento de ese municipio, aseguró que carecen de Policía Municipal, pero que ahí la Fiscalía tiene su base con tres patrullas asignadas para una población de alrededor de 7 mil habitantes.
A sus 14 años, "Luis" asegura no sentir temor de la presencia de grupos del crimen organizado en el municipio donde él y su familia habitan.
Refirió que los hechos violentos acontecidos desde hace años y hasta los más recientes, se han vuelto un asunto cotidiano entre los residentes que ven como algo normal los homicidios.
"Miedo no
no sé, ya no es raro que pase eso aquí; ya no nos da temor como al principio, ya el que se agarren aquí no es novedad", dijo el adolescente.
Él y sus amigos miraban con atención un automóvil Corsica, rojo, de modelo antiguo, al que le contaron al menos 13 disparos de arma de fuego y los vidrios estrellados por las balas, el cual quedó estacionado a unos 20 metros al sur de donde quedaron los cuerpos de las víctimas.
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