Distrito Federal Las autoridades federales han detectado que las casas de empeño son un nuevo eslabón del crimen organizado. El problema.
Se ha planteado en las reuniones regionales de seguridad y se han definido estrategias para realizar operativos y cerrar las que incurren en ilícitos. En el giro de las casas de empeño, existe un número importante de empresas que incumplen con los estándares de seguridad y transparencia para detectar delitos.
Sin embargo, estos negocios son aquellos que no están afiliados a organizaciones del sector, aseguró la Asociación Mexicana de Empresas de Servicios Prendarios (Amespre). "Sí hay muchos que están poniendo sus casas de empeño particulares que ni siquiera están afiliados.
A una asociación y ni siquiera regulados por la Procuraduría Federal del Consumidor, que no cumplen con sus contratos", dijo Alonso Alfaro Sánchez, presidente de la asociación.
Reforma publicó ayer que algunos centros prendarios recibían bienes robados, sin mayores controles, entre ellos First Cash, una empresa líder en el sector que está afiliada a la Amespre.
Carmelina Perea, directiva de esta empresa pidió a los clientes reportar los detalles de este tipo de conductas, para sancionar y denunciar a los empleados involucrados.
"No nos conviene no solamente por imagen, si tú me empeñas algo robado, yo lo tengo que regresar y me quedé sin el dinero y sin el objeto. Entonces, somos los primeros interesados en acabar con ésto", dijo Perea.
El negocio prendario tiene alrededor de 8 mil sucursales en México, 2 mil de las cuales pertenecen a 22 empresas afiliadas a la Amespre y otras más a la Asociación Nacional de Casas de Empeño y la Asociación Nacional de Empresas de Joyería.
Sin embargo, dentro del total, existe una "cifra negra" de empresas que no cumplen con ninguna ley.
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