El empresario, ligado a Carlos Ahumada y funcionario del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, siempre ha negado relación con el crimen organizado
El empresario Tito Fernández Torres, vocero de la Asociación Michoacanos Paz y Dignidad, relacionado en su momento con el también empresario argentino Carlos Ahumada y funcionario de primer nivel del gobierno de Lázaro Cárdenas Batel, aparece en una fotografía con Servando Gómez Martínez, "La Tuta", líder de la organización delincuencial Los Caballeros Templarios.
En la imagen, congelada de un video que tiene el logo de la empresa Televisa, se aprecia a Gómez Martínez dialogando con tres individuos no identificados, y a un lado de ellos, atento, al empresario Tito Fernández.
Fernández encabezó hace algunos meses a un grupo de supuestos empresarios de la Tierra Caliente michoacana que se presentó en la Cámara de Senadores para "explicar" la situación de inseguridad de la región y demandar paz y tranquilidad. Fue la senadora perredista Iris Vianey Mendoza la que gestionó la reunión. Ella aseguraría luego que sólo tramitó el encuentro con la Comisión de Seguridad Pública del Senado, siguiendo los conductos formales para ello y como lo hace un senador con cualquier grupo de ciudadanos que desean hablar con los legisladores.
La también senadora Luisa María Calderón Hinojosa, advirtió en ese momento que se trataba en realidad de gente del crimen organizado de la Tierra Caliente michoacana.
El grupo era encabezado por Tito Fernández, en su calidad de vocero o representante de la llamada "Asociación Michoacanos Paz y Dignidad". Desde luego, negó ante la prensa cualquier vínculo con el crimen organizado de la entidad y retó a que se le comprobara lo contrario.
Fernández mantuvo tratos de negocios con el polémico Carlos Ahumada desde 1997; como se sabe, el argentino fue acusado de fraude cuando Andrés Manuel López Obrador era Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Fernández se desempeñó como funcionario de la Secretaria de Obras Públicas del GDF y fue inhabilitado por 10 años, luego de que una auditoría reveló una serie de compras no autorizadas.
Arropado por Carlos Ahumada, llegó a Michoacán. Y pese a la inhabilitación que tenía encima en el D.F., el gobernador Lázaro Cárdenas Batel lo designó subsecretario de Comunicaciones y Obras Públicas, que tenía por titular a Alfonso Solórzano Fraga.
En 2002, la SCOP fue auditada por la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo de Michoacán, que detectó varias irregularidades administrativas y formuló observaciones. En ese momento Tito Emigdio Fernández Torres fue inhabilitado de nuevo, pero ahora en Michoacán.
Ello, porque en las licitaciones que lanzó la SCOP, siempre ganaban cuatro empresas: Cascata, Grupo Quart, Austra y Agosa, las cuales tenían vínculos con Carlos Ahumada y el propio Tito Fernández Torres.
Reapareció el año anterior, con su presencia en el Senado.
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