La luna llena dejaba ver más allá de lo que permitían las luces de la Cherokee guinda que viajaba sobre la brecha que conduce de San Blás a El Tigre, Sinaloa. Vicente Castillo Carrillo se había graduado de la prepa hacía tres meses, y conducía de vuelta a casa después de revisar las tierras de cultivo de su familia, tíos y primos del famoso narcotraficante Amado Carrillo.
El reloj se acercaba a las nueve de la noche cuando los campesinos del área escucharon vaciarse cargador tras cargador de cuernos de chivo: un comando armado a bordo de otro vehículo había alcanzado al sobrino del Señor de los Cielos. Hubo un segundo de silencio y luego un tiro de gracia. A los minutos se percibió una llamarada junto al canal de riego de un campo de siembra cercano. Las autoridades ya habían sido alertadas de los disparos pero llegaron tarde al lugar. Debido a la cantidad de impactos que recibió el motor de la camioneta, esta se comenzó a incendiar con el cuerpo del joven aún dentro.
Esa misma noche, después de enterarse de lo ocurrido, el Secretario General del estado, Gerardo Vargas Landeros, activó la "alerta máxima" para todas las dependencias de seguridad. La venganza por la muerte de alguien tan cercano al Cártel de Juárez implicaba una nueva batalla en la plaza, y por lo pronto, el Artista Antráx y su comando vestido de negro habían anotado el primer gol del partido.
"Me gusta esta vida, me aguanto y ni modo", se le escuchaba decir con frecuencia a Francisco Pancho Arce, el Cuatro, artista de los Ántrax. Criado junto con otros seis hermanos en el Rancho El Divisadero, comenzó su carrera criminal como experto en seguridad y uno de los hombres de confianza de Javier Torres Félix, pero después de la aprehensión del capo, Pancho Arce pasó a formar parte de la empresa MZ, donde se dedicaba a defender la plaza en la ciudad de Culiacán, proteger a la familia Zambada y ejecutar los encargos del patrón.
Permaneció prácticamente como un desconocido en los corridos hasta 2009, cuando comenzó a destacar por su coraje al momento de disparar, atacar y defender el terreno controlado por la Gerencia, la rama del Cártel de Sinaloa con base en Culiacán encargada de administrar al crimen organizado en la región. Las autoridades lo etiquetaban como el cuarto al mando en los grupos de ejecución de Ismael "Mayo" Zamabada, sólo debajo del Chino, Macho Prieto y Manuel Torres El Ondeado.
Ya que estamos en confianza, Los Nuevos Rebeldes cantan que Arce vivía entre California y Sinaloa. "A la moda y bien vestido, en las fiestas elegante, ropa negra pal' trabajo y deportivo a veces el traje", el de apellido de cuatro letras era fanático del peligro y las armas, pero también de las fiestas, las damas, joyas, whiskeys añejados y una curiosa obsesión por adornar con calaveras sus motocicletas y uniformes de ataque. Cuando al Cuatro le llegaba su día libre, los disfrutaba con su familia o jugando futbol, deporte que le gustaba a tal grado que llegó a patrocinar el equipo de soccer amateur en Culiacán, el Jr. San Francisco de Primera Fuerza, además de apoyar a deportistas y otros equipos menores. Era tal la fama del narcomecenas de las canchas, que a sus jugadores los llamaban "los ahijados de Pancho Arce".
Según los periodistas deportivos locales, al Artista se le veía seguido en el estadio disfrutando desde los palcos los juegos de futbol del equipo local, aunque en otras ocasiones lo veían fiesteando por los camerinos en las presentaciones de los mejores artistas de norteño.
No hubo entrevista de despedida para este goleador. La noche del 31 de octubre en el deportivo Jimmy Ruiz de la colonia Emiliano Zapata, en Culiacán Sinaloa, un comando de diez hombres armados y vestidos de negro irrumpió al minuto 15 del primer tiempo del partido de futbol. "¡Todos contra el suelo, no hagan ningún movimiento porque volarán cabezas!", y en segundos los dos equipos se vieron rodeados y tendidos sobre la cancha. Sin perder tiempo, una ráfaga se dirigió directamente al delantero del equipo, Francisco Cuatro Ántrax Arce, quien murió al instante por varios impactos de bala. Inmediatamente después los gatilleros alcanzaron al entrenador del equipo (y supuesto guardaespaldas del Artista), Sergio Barajas y le dieron muerte a tiros. Sin mencionar otra palabra, los sicarios que llevaban orden directa del Chapo Isidro se retiraron del lugar.
Nunca se confirmó si la muerte del Arce estuvo relacionada con la de Vicente Castillo Carrillo, pero las ejecuciones en venganza por Pancho tampoco se hicieron esperar. El día de su funeral, el cuerpo del Cuatro Antrax fue llevado al cementerio Jardines del Humaya en compañía de ráfagas de metralleta, mismas que anunciaban la llegada de un sicario al panteón y el final de la carrera criminal de este artista.
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