Madrid.- El Puerto de Barcelona cuenta desde el pasado viernes con una nueva terminal petrolífera situada en el conocido como 'Muelle de la Energía' gracias a la inversión de 50 millones de euros llevada a cabo por la compañía rusa Lukoil -a través de su participada Litasco- y la catalana Meroil. Lo que a priori podría parecer una operación redonda para España, Cataluña y Barcelona tiene muchas sombras. La petrolera rusa lleva persiguiendo este objetivo, el de entrar en España, desde 2002, pero siempre se ha frenado su aterrizaje en nuestro país.
¿Las razones? Informes del CNI relacionan a alguno de los dirigentes de Lukoil con el crimen organizado. Hace una década la compañía rusa intentó su aterrizaje de la mano de la española Sarmet on Plus, con la que pensaban poner en marcha una red de gasolineras formada por un total de 150 estaciones de servicio distribuidas a lo largo del todo el territorio. La operación se fue al traste y el asunto acabó en manos de los tribunales, ya que Lukoil acusó a Sarmet on Plus de haber registrado tres firmas sin su consentimiento para la explotación de las citadas gasolineras. En esas negociaciones antes de llegar al pleito, tal y como cuenta 'ABC', un conocido capo de la mafia rusa, Tariel Oniani, en la actualidad preso en su país, intervino como representante de la petrolera.
Ese fue, sin embargo, sólo el primer intento. En 2008, con José Luis Rodríguez Zapatero en el poder, hizo una segunda ofensiva y quiso controlar Repsol. La operación no llego a buen puerto porque informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) desaconsejaron su entrada dadas las relaciones que habrían mantenido algunos de sus responsables del pasado y también actuales con el crimen organizado. De hecho, el presidente de la compañía, Vaguit Alekperov -presente en la Ciudad Condal el pasado viernes- estuvo en su día señalado en documentos del Ministerio de Interior ruso como "miembro de un grupo criminal organizado dedicado al tráfico de armas y estupefacientes".
Pero hay más. Zakhar Kalskhov, el número uno de la mafia georgiana, condenado a nueve años por el Tribunal Supremo, es o ha sido, según asegura la Policía suiza, propietario de "una parte significativa de Lukoil". Además, podría haber sido asesor de su presidente, Vaguit Alekperov. Por otra parte, Gennadi Bogomolov, director de Lukoil Market, en su momento, vinculada al holding petrolífero, fue acusado públicamente en mayo de 1997 por el ex ministro de Interior ruso Anatoli Kulikov de ser "el supervisor de la Tyumenskaya (organización criminal de San Petersburgo) en la Corporación Lukoil".
Todas estas informaciones no han impedido, sin embargo, que Lukoil haya sido recibida en Barcelona con todos los honores. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, acudió al acto orgulloso por lograr esta importante inversión en la actual situación económica. El presidente de Lukoil avanzó, además, que su compañía desembarca en España con esta infraestructura, pero que tiene un plan de expansión ambicioso en nuestro país. "Es el primer proyecto, pero no el último, ya que seguiremos buscando oportunidades en España", advirtió Alekperov.
> Arriba, el presidente de Lukoil, Vaguit Alekperov, y el presidente de la Generalitar, Artur Mas, sellando el acuerdo el pasado viernes en Barcelona. Abajo, ambos dirigentes, junto a sus colaboradores.
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