El estadounidense Bobby Lee Hines, condenado a muerte por asesinar a una mujer hace 21 años en un suburbio de Dallas, fue ejecutado este miércoles en Texas con una inyección letal, informaron medios locales.
Hines tenía 19 años y se encontraba en libertad condicional cuando, en un intento de robo, estranguló y apuñaló hasta dieciocho veces a Michelle Wendy Haupt, que tenía entonces 26 años.
En las horas previas al amanecer del 20 de octubre de 1991, un vecino oyó gritos y llamó a la policía, pero los agentes no pudieron encontrar al vecino que había informado.
Al día siguiente, varios residentes del edificio en el que habían ocurrido los hechos notificaron al encargado del bloque que habían oído gritos la noche anterior, por lo que finalmente abrieron la puerta del apartamento de Haupt y encontraron su cadáver.
Hines fue detenido ese mismo día y juzgado y condenado en marzo de 1992, cinco meses después del crimen.
Retraso en la ejecución
Su ejecución estaba programada para 2003, pero se retrasó durante más de ocho años debido a las diversas alegaciones que se presentaron ante los tribunales en las que su defensa argumentaba problemas mentales, por lo que no podía aplicársele la pena capital.
"Sé que acabé con la vida de alguien especial para todos ustedes", dijo frente al padre de la víctima, de pie a unos metros al otro lado del cristal. "Sé que no estuvo bien, que estuvo mal. Me gustaría poder devolvérsela, pero sé que no puedo. Me gustaría que hubiera algo que pudiera hacer", insistió Haines en su declaración final en la que también tuvo palabras para su familia y rogó perdón.
Hines fue declarado muerto a las 6:28 pm hora local, doce minutos después de que le fuera administrada la dosis letal de pentobarbital. Estados Unidos ha ejecutado a 33 presos en lo que va de año, incluyendo a Hines.
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