Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, fue uno de los capos protegidos por excolaboradores de Pablo Escobar durante su estancia en Medellín, Colombia, hace un par de años.
Exsicarios de Pablo Escobar habrían protegido a hijo de El Chapo en Medellín
Guzmán Salazar, alias Alfredillo, llegó a Medellín en septiembre de 2016, después de ser liberado, junto con su hermano, por sus secuestradores del Cártel de Jalisco Nueva Generación, con el que se disputan el territorio para las actividades ilícitas. Este hecho fue dado a conocer por el semanario Proceso, luego de que fuentes anónimas de la Policía y la DEA en Colombia informaran el itinerario poco conocido del narcotraficante.
De acuerdo con uno de los testimonios, el hijo de El Chapo llegó al municipio de Envigado, donde Pablo Escobar fundó lo que se conoce ahora como La Oficina, con el brazo armado del extinto Cártel de Medellín. En ese lugar, Alfredillo fue protegido por una subestructura de la banda, llamada La Terraza.
Según Proceso, Guzmán Salazar vivió en el exclusivo sector de El Poblado, de Medellín, lugar en el que tuvo lujosos departamentos donde realizaba fiestas privadas con mujeres, alcohol y droga, amenizadas con reguetón y norteñas mexicanas.
Además, el capo siempre estuvo custodiado por al menos quince hombres armados, exsicarios de Pablo Escobar, y usaba un automóvil blindado para trasladarse, pero las autoridades no supieron de su presencia en Colombia hasta que inició un negocio de producción de cocaína en la zona semirural de Envigado.
Las investigaciones del caso señalaron que La Oficina lo contactó con empresarios locales y las bandas criminales, mismas que recibían un porcentaje del tráfico de la droga y del lavado de dinero.
Un testigo declaró que solo un grupo selecto sabía que Alfredillo era hijo del líder del Cártel de Sinaloa:
Primero montó un laboratorio de procesamiento de coca en el que tenía trabajando como a 20 personas. Yo tenía contacto con una de ellas y fue la que me comenzó a pasar información del mexicano. Muy pocos sabían que era el hijo de El Chapo, muchos le decían El Charro.
Alfredillo tuvo dos laboratorios de elaboración del clorhidrato que producían cerca de 100 kilos semanales, por lo que cada mes salía un camión con 400 kilos de cocaína con destino a Buenaventura, donde la droga presuntamente salía por el puerto del pacífico hacia el exterior.
El mes pasado, el hijo de El Chapo fue incluido en la lista de los diez más buscados de la DEA, junto con otros jefes del Cártel de Sinaloa. Las autoridades especulan que Guzmán Salazar regresó a México o aún se encuentra escondido en una ciudad colombiana.
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