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Nueva York.— El juez de Estados Unidos al frente del juicio contra Joaquín El Chapo Guzmán rechazó posponer la fecha de inicio del litigio, por lo que el próximo lunes 5 de noviembre se iniciará el proceso en el que está acusado de 17 delitos —la mayoría por narcotráfico— y que está previsto que dure hasta 16 semanas en la corte del Distrito Este de Nueva York, en Brooklyn, y por el que pasarán decenas de testigos.
La defensa del presunto jefe narcotraficante sugirió al juez Brian Cogan que aplazara el proceso un par de meses más, hasta inicios de 2019, para que Jeffrey Lichtman, nuevo abogado que recién se incorporó al grupo de abogados, pudiera ponerse al día con toda la documentación que tiene el caso.
Pero el juez Cogan desestimó la demanda: "Ya lo he aplazado muchas veces", recordó, poco sorprendido por la petición.
Lichtman, tras la audiencia y en breve comparecencia ante los periodistas, se mostró "decepcionado" por la orden, pero admitió que "como dijo el juez [Cogan], nunca sientes que estás completamente preparado en un juicio de esta magnitud. Y está en lo correcto".
En la audiencia de este jueves en la sala 8D de la corte de Brooklyn, estuvo presente, como siempre, la esposa de El Chapo, Emma Coronel, vestida con camisa blanca y jeans oscuros. No la acompañaron sus hijas, Emaly y María Joaquina, que acaban de cumplir siete años.
Guzmán y Coronel intercambiaron miradas durante los 40 minutos que duró la sesión.
De la negativa del aplazamiento del juicio, la vista se centró en los conflictos de interés que Lichtman podría tener con algunos de los testigos —tres según el abogado, cuatro según fiscalía y juez—, que evitaría que pudiera interrogarlos o usar información privilegiada.
El Chapo, vestido con un atuendo azul oscuro y más lúcido que en otras ocasiones, respondió al juez Cogan todas las preguntas sobre el tema para demostrar que sabía qué había en juego. El capo aseguró estar "bien enterado" de la situación y afirmó que, a pesar de la negación de aplazar el juicio: "Quiero que [Lichtman] siga siendo uno de mis abogados".
Con la entrada de Lichtman son ya tres los letrados titulares de una defensa que completan Eduardo Balarezo y William Purpura. Balarezo también tuvo que pasar por un debate sobre su adecuación por otros casos defendidos, y quitó hierro al asunto. "No [es una limitación]. Él [Juaquín Guzmán] es consciente del problema, de la situación, dijo que no es un conflicto y el juez está de acuerdo", confirmó, prometiendo que "no lo afecta de ninguna manera" a la defensa del caso.
Sobre el plan que van a poner en marcha a partir del 5 de noviembre, fecha en la que se iniciará la selección del jurado, los abogados se limitaron a decir que estarán preparados para el reto.
"Vamos a defenderlo contra todos los cooperantes [del gobierno], que tienen incentivos para mentir y sacar algo de ello", dijo Lichtman, quejoso de que la fiscalía vea en El Chapo una figura "mitificada" al que quieren juzgar "como si fuera el único narcotraficante del mundo".
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