Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.- Para Flora, los cinco años de cárcel que un juez le impuso al responsable de haber privado de la vida a su cuñada y a la hija de esta ,no equivale a hacer justicia.
Luego del doble feminicidio, cometido por un joven de 16 años en agosto del año pasado, los familiares de la victima viajaron por meses a Chetumal para declaraciones y audiencias, las que terminaron en una desagradable sorpresa, pues al autor de este doble crimen saldrá libre en cinco años.
"¿Quién garantiza que no volverá a cometer otro homicidio?", cuestionó la mujer.
El menor sentenciado mató en la puerta de su casa a quien se supone era su novia, así como a la madre de ésta. Como el padre ya había fallecido años atrás, la hermana gemela de la joven victimada quedó totalmente sola, con 16 años de edad, por lo que fue acogida por doña Flora y su familia.
La mujer dice que han sido meses muy duros, por el proceso contra el homicida y por tener que además sacar adelante a su familia, de dos niños, además de su sobrina.
"Mi esposo aún no acepta lo sucedido, aún quiere creer que su hermana viajó y en cualquier momento regresará; tengo miedo que caiga en el alcoholismo", comentó.
Por otra parte, explicó que varios vecinos declararon en Chetumal lo que sucedió aquella noche; sin embargo, ahora temen ser blanco de represalias por la familia del sentenciado.
Reveló que no sólo la familia, sino que también los vecinos están en desacuerdo y sorprendidos por la sentencia de cinco años, lo cual consideramos injusto; sin descartar una posible marcha de indignación.
El doble feminicida recibió la pena máxima aplicable para un menor de edad, según dio a conocer la Fiscalía General del Estado, pero esto no deja de dejar un mal sabor de boca para la familia.
Flora recordó que su esposo sostuvo una conversación con el gobernador, el año pasado, y se le prometió que se atendería el caso conforme a la ley; sin embargo, desde entonces no han vuelto a saber del mandatario o su gente.
Solamente han sido visitados por una institución, el Inmaya, que le ofreció una beca para la hermana gemela sobreviviente, ya que este año concluye sus estudios en la escuela CBETIS 72 de Felipe Carrillo Puerto.
Actualmente, fotografías de las dos fallecidas, colocadas en el altar de la casa, son un constante recordatorio de la tragedia vivida.
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