Ciudad de México • La Conferencia del Episcopado Mexicano denunciaron que en el Estado de Michoacán, concretamente en el Valle de Apatzingán, la violencia generada por el crimen organizado se ha recrudecido con mayores levantones, secuestros, asesinatos, exigencia de pago de cuotas, al grado de provocar que familias enteras emigren y la Iglesia se quede sin fieles.
Luego de la carta de Monseñor Miguel Patiño Velázquez, Obispo de Apatzingán, y de Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora, la CEM exigió a las autoridades federales, estatales y municipales pronta y eficaz acción ante "levantones, secuestros, asesinatos y cobro de cuotas que afectan al bien y la prosperidad de tantas personas y comunidades, y les pedimos estrategias para favorecer la calidad de vida de los ciudadanos y su desarrollo integral".
El presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega y los Obispos de México aseguraron que "nos duele el drama por el que están pasando muchas hermanas y muchos hermanos mexicanos.
"Nos aflige el hecho de que incluso la atención pastoral a los fieles se esté viendo afectada por las amenazas del crimen organizado, como también lo ha denunciado pública y valientemente Monseñor Javier Navarro Rodríguez, Obispo de Zamora", externaron durante su posicionamiento publicado en el Semanario Desde la Fe.
"Nos comprometemos a seguir colaborando en la atención pastoral de las víctimas de la violencia y en la reconstrucción del tejido social, favoreciendo una cultura del respeto al estado de derecho y de la paz".
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