México.- Las declaraciones del Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, sobre la existencia del crimen organizado en el Distrito Federal, no fue más que la confirmación que todo ciudadano y experto en el tema saben de su accionar en la capital del país.
Lo hemos escrito en distintos momentos que las células de los grandes cárteles de las drogas en diversas delegaciones capitalinas ya llevan cometiendo sus ilícitos desde hace más de una década, pero como siempre las autoridades locales desde Andrés Manuel López Obrador hasta Miguel Ángel Mancera se han ajustado a la línea del "no pasa nada".
El tema del crimen organizado en la capital del país, es un tema viejo, un tema que siempre se trató de ocultar a pesar de ser tan evidente; pero no es necesario remontarse 10 años antes, tan solo la Secretaría de Seguridad Pública y Procuraduría del Distrito Federal tienen registros de diversos hechos violentos con la firma y postura del crimen organizado en 2010.
Un ejemplo que se da a mediados del 2010 con la muerte de un miembro del Estado Mayor Presidencial en la segunda sección del Bosque de Chapultepec, horas más tarde se reportó en las frecuencias policiales varios ejecutados en la delegación Iztapalapa.
En ese mismo año también las autoridades se quedaron sorprendidas al recibir una llamada anónima que señalaba la existencia de cuatro ejecutados en la cajuela de un auto en la delegación Xochimilco con un mensaje firmado por la Familia Michoacana.
Es tan evidente que algunas organizaciones como La Familia, las ramificaciones de Los Beltrán Leyva y Los Zetas, además de la Resistencia que se formó en Tepito, utilicen el DF como una zona de paso a los municipios conurbados, una zona de paso que poco a poco se fue convirtiendo en una plaza peleada por estás organizaciones delictivas.
Aún con estos datos plasmados en diversos documentos que se encuentran en los archivos de la Procuraduría capitalina, otorgados por la PGR y Policía Federal, se sigue negando la existencia del crimen organizado. Otros ejemplos se da con un informe otorgado al gobierno de Marcelo Ebrard por las áreas de inteligencia de la Policía Federal que señalan la movilidad que tienen células del cártel del Pacifico, Zetas, Los Beltrán Leyva. Juárez, La Familia, así como de la Mara Salvatrucha.
Incluso un documento entregado por esta corporación a Miguel Ángel Mancera cuando fungía como Procurador local, donde se señala a la "ciudad de México como una zona de operación de narcomenudistas; además de la comisión de delitos de alto impacto como la extorsión, laboratorios para la producción de droga sintética, trasiego de drogas, cobro de derecho de piso, trata de personas, reclutamiento de mujeres y niños para actividades ilícitas como el "halconeo", robo de transporte de carga y joyerías.
Qué pasaría si a estos datos le agregamos algunas detenciones de grandes capos del crimen organizado que se han paseado, desayunado y divertido en el Distrito Federal. Con esto se puede cerrar el círculo del actuar y movilidad de algunas organizaciones ligadas al tráfico de drogas, extorsión, secuestro y homicidio en delegaciones como Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Tlalpan, Iztapalapa y Benito Juárez.
Un ejemplo palpable de lo que escribimos se da con Jesús Zambada García, alias "El Rey Zambada", considerado uno de los integrantes más importantes del cártel del Pacifico que fue detenido en Lindavista, después de protagonizar una balacera en la zona.
Otro ejemplo se dio con el extinto Antonio Cárdenas Guillen, alias "Tony Tormenta", líder del cártel del Golfo quien frecuentaba lujosos restaurantes de la capital del país e incluso se paseaba por las calles de la Zona Rosa, porque de acuerdo a declaraciones de sus lugartenientes detenidos "El Rey Zambada se sentía seguro".
Ya están los datos e informes que tienen la Secretaría de Seguridad Pública y Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, datos e informes que tienen más de tres años, aun así las autoridades locales siguen negando la existencia del crimen organizado en la capital de país. ¿Acaso esperan una carta de los criminales para que sepan que están aquí? ¿Acaso están siendo protegidos por las propias autoridades? Aun con los expedientes y oficios de las autoridades federales siguen con la necedad de descalificar todo lo que tenga que ver con crimen organizado.
Total no pasara nada y no cambiaría nada, si las autoridades capitalinas aceptan que si hay crimen organizado, todo seguirá siendo lo mismo, nada cambiara. Las células de la impunidad y prepotencia seguirán trabajando sin ser molestado, entonces ¿qué cambiaría?
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