Los hechos ocurrieron cuando hombres a bordo de dos vehículos llegaron hasta la casa de Jaime Valdés de 34 años y sin más descargaron sobre éste parte de la carga de tiros de un arma de fuego tipo UZI armada con silenciador, atinando hasta en cinco ocasiones sobre su humanidad, tras la cual emprendieron la huida.
Avisados del hecho, policías municipales emprendieron la persecución enfilando a un camino vecinal del cañón Cordero donde en un tramo de la huida dejaron la camioneta y huyeron corriendo entre la maleza.
En su carrera, uno de los sujetos arrojó un arma UZI M-11/NINEM-M, pero eso no los salvó de ser finalmente asegurados por los agentes, ante quienes dijeron llamarse Federico Caballero de 28 años con domicilio en Hermosillo, Sonora, y José Sánchez de 45 años de edad con residencia en Tijuana.
Los policías reportaron que además del arma, les fueron decomisados dos cargadores de color negro, uno de ellos establecido con 30 cartuchos útiles, mientras que dentro de la camioneta en que viajaban, se encontraron los casquillos de 12 cartuchos.
El otro asesinato tuvo lugar durante la madrugada del domingo en el cañón Cordero, y se presume que el de la tarde, se deriva de un ajuste de cuentas entre dos bandas de narcomenudistas.
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