Si se analiza el periodo de 2007 a 2011, los internos en las cárceles estatales por delincuencia organizada crecieron 570%, pues pasaron de sólo 20 presos a 134. En los años de 2000, 2001 y 2002 no se contabilizó un sólo ingreso en los centros del Estado por este tipo de ilícito, fue hasta 2003 cuando se registró a la primera persona.
La portación de armas de uso exclusivo del Ejército Mexicano, otro de los ilícitos comunes para los integrantes de las organizaciones criminales, creció en 192% en el sistema penitenciario estatal, pues pasó de 484 internos a mil 416 en 2011. Desde el año 2000 los centros estatales ya se hacían cargo de la custodia de personas involucradas con este ilícito, aunque pocas en comparación a la actualidad, sólo se registraban 88.
Otro delito del fuero federal que ha tenido un crecimiento muy destacado dentro de las cárceles estatales es el de operaciones con recursos de procedencia ilícita, comprendido también como el lavado de dinero, al que recurren las organizaciones delictivas para ingresar al sistema financiero las ganancias de sus actividades ilegales.
Pues bien, la cantidad de presos en la infraestructura de reclusión jalisciense por este ilícito creció 400%, apenas había tres en 2007, el año pasado eran 15. De 2000 a 2003 no había ninguna persona por este motivo en manos de custodios estatales, fue hasta 2004 que se dio el primer caso.
Los delitos contra la salud representan una excepción en esta tendencia alcista. Es decir, en 2011 hubo menos personas por esta actividad en las cárceles estatales (posesión, producción, transporte, tráfico, comercio y suministro de drogas) que en 2007, la reducción fue de 32%, pues habiendo dos mil 831 internos al comienzo de la administración estatal, a últimas fechas hubo sólo mil 898.
Ya en el año 2000 había presos en las instalaciones de Jalisco por estos ilícitos relacionados con la comercialización de drogas ilegales, en ese entonces había 463; en 2001, 651; en 2002, 934; en 2003, mil 798; en 2004, mil 972; en 2005, dos mil 396; hasta llegar a 2006 con dos mil 707.
Hay internos clasificados como federales por la autoridad local aunque estén presos por el delito de homicidio que pertenece al fuero común, esto se debe a que fue cometido o es investigado en combinación con otros ilícitos del fuero federal, como puede ser la portación de arma de fuego, o delincuencia organizada.
De esta manera, los internos federales por homicidio en los centros de Jalisco crecieron en 130%, al pasar de 10 a 23 casos. En realidad, esta situación no es nueva para el sistema penitenciario estatal, que registra casos similares desde 2000, cuando ya había cinco personas recluidas por este tipo de hechos.
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