MACUELIZO, Santa Bárbara.- Cuatro hombres aparecieron hoy ejecutados a balazos en el sector conocido como La Vuelta de la Culebra, de la aldea Chiquila, de esta jurisdicción.
Los cuatro hombres ejecutados, según testigos, iban al velatorio de un familiar, cuando fueron interceptados por los criminales.
Según la Policía, por las evidencias encontradas en la escena, las cuatro víctimas habrían sido llevadas por los criminales a esa zona, donde los lanzaron a un abismo de unos 15 metros de profundidad.
A las 4:00 de la tarde, las autoridades policiales recibieron una llamada al teléfono de emergencia, en la que les informaron sobre el hallazgo de cuatro cadáveres que estaban a la orilla carretera, específicamente en un barranco.
Fue así que varios agentes se movilizaron al lugar, donde se encontraron con la dantesca escena, en la que los cuatro hombres yacían sin vida en un solitario paraje, completamente ensangrentados, tirados uno cerca del otro y metidos en bolsas negras.
Unos minutos después de las 7:00 de la noche, empleados de Medicina Forense y agentes de Inspecciones Oculares procedieron a realizar el reconocimiento de ley, lo cual se dificultó un poco debido a que los cuerpos estaban en el fondo de un abismo.
Las autoridades dijeron que esas personas tenían entre 20 y 24 horas de haber sido ultimadas y que ya comenzaban a descomponerse, pero que sería la autopsia la que determinaría exactamente cuánto tenían de muertas.
Con la idea de no dejar rastros, los cadáveres fueron lanzados a un abismo de unos 15 metros de profundidad.
Con ayuda de particulares, las autoridades lograron rescatar los cuatro cuerpos. La tarea se extendió hasta altas horas de la noche, por lo que hasta hoy, a la hora del cierre de esta edición, no se había confirmado los nombres de las víctimas.
El primer cuerpo en ser rescatado fue el de un hombre de unos 50 a 55 años, de tez blanca y una estatura aproximada de 1.67 metros; vestía jean azul, camisa a cuadros blancos y azules, bóxer y calcetines negros, sin zapatos, quien presentaba al menos seis heridas de bala en la cabeza, que le desfiguraron completamente el rostro.
Posteriormente rescataron otro cuerpo, de piel trigueña, de unos 30 a 35 años de edad; vestía jean azul, camiseta azul y blanco, calcetines blancos y los empleados de Medicina Forense dijeron que tenía unos ocho orificios de bala.
Al sacar a la tercera víctima de la hondonada, las autoridades notaron que le faltaba la mano derecha; al principio se pensó que posiblemente se la habían cortado, pero posteriormente se corroboró que posiblemente un animal se la había devorado.
Muy cerca de la zona donde estaban los cuerpos, los agentes de Inspecciones Oculares encontraron un estuche en el que descubrieron cuatro "vauchers" de una sucursal bancaria del departamento de Colón, en los que se reflejaban depósitos que en total sumaban más de un millón de lempiras, los cuales estaban a nombre de Carlos Monje Calderón, que se supone es uno de los muertos.
El último depósito se realizó en el mes de abril y, de acuerdo a las autoridades, es posible que ese dinero tenga que ver con el hecho que les hayan dado muerte, lo cual está sujeto a investigación.
De igual forma, en el estuche se descubrieron otros documentos personales de Monje Calderón, los cuales fueron embalados entre las evidencias para comenzar el proceso de investigación.
Personas que dijeron conocer a las cuatro víctimas le comentaron a la Policía que estos se desplazaban a La Entrada, para asistir al velatorio y entierro de un pariente que murió en Colón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario