De acuerdo con fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública, los menores seccionaron con una segueta los barrotes de una de las áreas cercanas a la lavandería. El corte lo realizaron en la parte de abajo y lo cubrieron con cinta de color para evitar su detección.
Sabían que esa zona iba estar poco vigilada a las cuatro de la tarde y tenían planeado escapar a esa hora, sin embargo algo salió mal y la fuga se atrasó una hora.
Cuando salieron de la primera parte del inmueble, corrieron por un campo contiguo y para no ser vistos se metieron en un sembradío maíz, pero un custodio que vigilaba con binoculares, logró detectar a uno de ellos.
La lluvia había dejado un lodasal en el terreno por donde escapaban y eso los retrasó. Cuando los custodios llegaron, uno ya había cruzado la cerca y otro estaba en la parte más alta listo para lanzarse.
Aunque se resistieron a ser reaprehendidos y agredieron con desarmadores a los custodios, finalmente fueron sometidos.
Tres de los menores purgaban penas por delitos de delincuencia organizada, ligados a uno de los carteles más violentos; y otro más que en breve iba a cumplir la sanción impuesta, estaba por homicidio.
Los menores fueron identificados como Abraham N. Gerardo T. Antonio C. Pablo D.; a partir del intento de fuga permanecen esposados y sin ropa en el interior de uno de los dormitorios.
Las fuentes consultadas culparon de este hecho a la directora del CIEPA, Mónica Ruíz Sánchez, pues aseguran que ha relajado la disciplina y eso propicia actos contra los custodios por parte de los menores; o como en este caso, que hayan podido sacar herramientas del taller para intentar fugarse.
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