Tijuana.- En tanto que un aparente "narcomenudista" fue ejecutado de dos impactos de proyectil de arma de fuego y como siempre ocurre lograr escapar los criminales que lo abatieron, otro se habría privado de la vida por propia voluntad ahorcándose y dejar el clásico recado póstumo.
La víctima fue identificada, tentativamente, con el nombre de José Armando Plazola, de 42 años de edad, mismo que fue ajusticiado la noche del martes y sólo se obtuvo de forma extraoficial en el fraccionamiento Villegas, en la Zona Este de la ciudad.
Sólo se sabe que el fallecido se encontraba en las afueras del local con la razón social "Abarrotes Mary" en donde se detuvo una vagoneta Jeep Cherokee color negro y modelo reciente.
Se presume que el finado José Armando ya había sido alertado de que se atentaría en su contra, ya que el darse cuenta de su presencia emprendió la huida corriendo por lo que lo persiguieron y en la acción asestarle dos balazos en la espalda que le provocaron una muerte fulminante.
De inmediato los criminales apelaron a la fuga y como suele ocurrir en la inmensa mayoría de ese tipo de eventos sangrientos lograran burlar a las autoridades municipales.
Trascendió que, aparentemente, el finado se dedicaba a la venta de droga al menudeo y en el momento se le halló entre sus ropas una bolsa con marihuana por lo que no se descarta que haya sido ejecutado por cuestiones del llamado "narcomenudeo".
Cabe destacar que una vez más las autoridades municipales y estatales ocultaron el crimen sangriento a la opinión pública como lo han hecho con muchos otros asesinatos, evidentemente, con el propósito de argumentar que han logrado reducir la violencia en la ciudad
Como José Guadalupe García Enríquez, de 30 años, se reconoció el cadáver de un sujeto que pasadas las 07:00 horas de ayer fue descubierto con una soga anudada al cuello y amarrada a la caja de un tractocamión.
Del caso dan cuenta los patrulleros de la unidad 5017 al atender el reporte de Enrique Sánchez Salazar, de 46 años, propietario del "Rancho Sánchez", situado en el camino vecinal El Vergel, de la colonia Álamos, en la delegación La Mesa.
Comunicó a los gendarmes que al arribar al sitio se percató que su empelado se habría suicidado y en el piso estaba un recado póstumo que dejó, pero no se aporta su contenido por parte de los uniformados.
En ambos casos se apersonó el agente del Ministerio Público del Fuero Común para llevar a cabo la fe ministerial de los cuerpos y disponer el traslado de los mismos a la morgue del Servicio Médico Forense para la necropsia de rigor.
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