Pachuca, Hidalgo.- En hechos distintos, dos hombres aparecieron muertos, sin que se estableciera el móvil de los crímenes, aunque en uno al menos descartaron el robo como motivo. Los sangrientos homicidios se perpetraron en Nopala y Huichapan.
En orden cronológico, el primero, descubierto en la carretera estatal El Astillero-Huichapan, fue reportado por el Centro de Comando, Control y Comunicación (C-4).
De acuerdo con los primeros datos recabados por las corporaciones policiales, a las 7:45 horas de ayer tuvieron conocimiento del crimen.
En un costado de la vía, con dirección a Huichapan, estaba una camioneta Grand Cherokee, sin placas de circulación.
En el asiento del conductor, el cuerpo sin vida del chofer, que, por versiones de familiares que lo identificaron, vivía en San Isidro El Astillero. Respondía al nombre de Ignacio Santiago Villegas, de 36 años.
Además, estaban todas sus pertenencias, También por comentarios de un hermano y la madre del occiso, no le faltaba nada.
El automotor estaba a la altura de El Cocol, en una carretera empedrada. El motor estaba apagado y el cadáver, a simple vista, presentaba lesiones de bala en el mentón y oído izquierdo.
Al sitio llegaron las autoridades del Ministerio Público, las cuales se retiraron a las 13:40 horas para acudir a las diligencias del segundo muerto. Igualmente estuvieron policías de la Coordinación de Seguridad Estatal, Delegación Huichapan, y de la Municipal.
¿¡EJECUTADO?
En la vía Las Cruces-Dañhu, perteneciente a Nopala, fue localizado a 180 metros del camino el cuerpo de un hombre, bocabajo.
No presentaba atadas las manos o los pies, ni, al parecer, huellas de tortura, refirieron elementos de la Coordinación de Seguridad Estatal, Delegación Nopala..
El cuerpo del desconocido, que no le encontraron identificación alguna, vestía pantalón de mezclilla azul, chamarra color vino y zapatos negros.
Se hallaba a unos 180 metros de la vía citada, en el tramo conocido como Ojo de Agua. A las 11:40 horas fue reportado a las autoridades.
Estimaron que podría tener entre 25 y 30 años, y había manchas hemáticas en su cabeza.
Como los representantes sociales no llegaban, porque acudieron a atender el caso sobre el occiso en Huichapan, no podían determinarse las posibles causas de muerte de ambos sujetos.
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