El ex presidente de Colombia Alvaro Uribe negó hoy que su gobierno permitiera alianzas con el crimen organizado, después de que su ex jefe de seguridad, el general retirado Mauricio Santoyo, se declarara culpable en Estados Unidos de complicidad con el paramilitarismo.
A través de Twitter, Uribe hizo pública su posición sobre el responsable directo de su seguridad entre 2002 y 2006, de quien dijo que "defrauda" la confianza de su gobierno, mientras la canciller María Ángela Holguín calificó el caso de "lamentable".
Nuestro apoyo a las Fuerzas Armadas "fue para fortalecer al Estado nunca para permitir alianzas con criminales", escribió el expresidente Uribe (2002-2010).
"La lucha contra el terrorismo no puede tener alianzas de representantes de instituciones con bandidos", añadió Uribe sobre Santoyo, una de las principales figuras de su gobierno en la lucha contra las guerrillas izquierdistas.
Después de entregarse a las autoridades estadounidenses en julio, Santoyo aceptó este lunes haber apoyado y protegido entre 2001 y 2008 a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización que agrupaba a los grupos paramilitares, según informó el Departamento de Justicia estadounidense.
El abogado de Santoyo, Oscar Rodríguez, aseguró que la autoinculpación fue producto de un acuerdo con el gobierno norteamericano y deja de lado la acusación principal que pesa en contra del exmilitar por colaboración con el tráfico de droga hacia Estados Unidos.
En la primera reacción del gobierno actual sobre el tema, la canciller Holguín dijo esperar que este caso sirva de ejemplo para que los miembros de la fuerza pública no caigan en este tipo de conductas.
"Es lamentable que un general de la República tenga que estar en una situación como esta y esperamos que se esclarezca su participación", afirmó la ministra de Relaciones Exteriores en Cartagena (norte) tras una reunión de trabajo con su homóloga mexicana, Patricia Espinosa.
Tras conocerse las acusaciones que pesaban sobre Santoyo en Estados Unidos, el presidente Juan Manuel Santos le instó públicamente en junio a presentarse ante las autoridades de ese país y responder por los cargos en su contra.
Las AUC, que se financiaban en parte con el narcotráfico, cometieron numerosas y gravísimas violaciones contra la población civil en el marco de su combate a las guerrillas.
Este grupo se desmovilizó entre 2003 y 2006 en un proceso de paz con el gobierno de Uribe, que concedió beneficios procesales a cambio de verdad y reparación.
Uribe sostuvo una política de enfrentamiento total a las guerrillas, que redujo a la mitad a sus combatientes y le valió gran popularidad aunque otros funcionarios y colaboradores están siendo procesados por nexos con los paramilitares, escuchas ilegales a periodistas y opositores, entre otros delitos.
Tras apoyar a Santos en su camino a la presidencia, el expresidente se ha convertido en un fuerte crítico del presidente por considerar que ha descuidado la seguridad en el país y muestra debilidad con la guerrilla.
En otras reacciones, Roy Barreras, presidente del Senado y miembro del Partido de la U (que apoya a Uribe), afirmó que el expresidente no puede responder por las actividades ilegales de sus subalternos.
"No creo que Uribe supiera de la actividad ilegal del General Santoyo", escribió en su Twitter Antonio Navarro Wolff, ex candidato presidencial de izquierda y actual vocero del movimiento Progresistas, liderado por el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.
En cambio, el congresista del Polo Democrático Alternativo (izquierda) Iván Cepeda afirmó que "Uribe lo ha negado pero la declaración de Santoyo es la prueba reina de que el núcleo de estructura paramilitar estaba en Casa de Nariño", el palacio de gobierno de Colombia.
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