miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ejecutan a un vecino del poblado La Sábila Elementos de ... - El debate

Mazatlán, Sinaloa.-"Me trozaron mi brazo derecho, que ponga atención el gobierno, necesitamos que detengan al culpable de esto", dijo con un nudo en la garganta y con lágrimas en sus ojos el señor Rigoberto Osuna Pérez, padre del hoy occiso.

Un ganadero habitante del poblado de la Sábila, perteneciente a la Sindicatura de El Quelite, fue asesinado con arma de fuego. El cuerpo fue encontrado por el hijo de la víctima.

El asesinato. Cerca de las 09:30 horas, Manuel Osuna Osuna, de 47 años, y quienes encontraron el cadáver del hoy occiso, avisaron a las autoridades de El Quelite.

Los disparos. Según Jesús Rolando Osuna Osuna hermano del difunto, Manuel, después de haber ordenado el ganado, fue a dejar a los animales a otra parcela. Minutos después de que Manuel salió, se escucharon 5 disparos.

A Jesús Manuel Osuna, hijo del hoy occiso, y a su tío, Rolando Osuna, se les hizo mucho tiempo para que Manuel no regresara, estos se encontraban cerca del lugar, por lo que fueron a buscarlo y se encontraron con la terrible escena.

Manuel yacía boca abajo sobre el camino que conduce al arrollo El Cocoyol, el animal de carga en el que se trasladaba la víctima aguardaba a su lado. Al finado se le apreciaban dos disparos en el pecho, uno de estos con entrada y salida, otro en el codo derecho, el cual atravesó y salió de su cuerpo, y uno más en el glúteo.

LLegan las autoridades. Al ver la desgracia, la familia Osuna informó a los municipales de El Quelite, quienes informaron el suceso a las corporaciones de Mazatlán, por lo que a la Sábila se trasladaron dos unidades de Ministeriales, con agentes de la agencia especializada en homicidios, 2 unidades de policías Municipales, peritos y funerarios. Rigoberto Osuna, padre del infortunado, fue quien condujo a los uniformados al sitio del descubrimiento.

En la escena del crimen. Las autoridades presentes se encargaron de realizar la investigación en el sitio del hallazgo, donde se encontraron 5 casquillos de calibre 9 milímetros.

Después del peritaje realizado, se le ordenó al personal de la funeraria en turno levantar el cuerpo y trasladarlo al puerto para realizar los estudios de ley.

La familia doliente se hizo presente en la brecha donde asesinaron al vaquero, y a quien aún funerarios no habían levantado.

La angustia y dolor de Jessica Rocío, hija del occiso, y María Luisa Morales, viuda del afectado, era desgarradora.

Ambas féminas, en medio del desconsuelo, expresaban con llanto su tristeza, lo cual estremeció a los presentes.

"Háblame mi amor" fueron las palabras de María Luisa al ver a su esposo sin vida.

Un segundo hermano de Manuel, quien radica en el Puerto fue a visitar a su pariente para darle una noticia, ya que Manuel acababa de ser abuelo, Vicente Osuna expreso desconocer las causas del asesinato, pero tienen fe en que las autoridades den con el responsable.

El padre de Manuel dirigió unas palabras a los asistentes, acto que conmovió a algunos uniformados, después el señor tomó al caballo propiedad de su hijo y lo llevó a casa.

"A Manuel lo mataron a traición y aún arriba de la bestia" comentó Rolando Osuna, pues atento miraba como la silla del animal estaba ladeada.

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